Yeltsin disuelve el antiguo KGB y suaviza la reforma económica

Borís Yeltsin dio ayer un nuevo golpe de efecto y sorprendió a los rusos con la eliminación del Ministerio de Seguridad, heredero del omnipresente KGB, por considerarlo "irreformable". El presidente ruso también dio directrices para que la reforma económica sea menos agresiva y responda a las necesidades sociales. En su opinión, el triunfo del ultranacionalista Vladímir Zhirinosvki en las legislativas se debió a que los electores "votaron contra la pobreza" que genera la reforma.

Yeltsin anunció en el decreto de disolución del Ministerio de Seguridad, que dará paso a un servicio federal de contraespionaje, y dejó bien claro que habrá una profunda purga. El presidente ruso, que criticó la pasividad del ministerio durante la revuelta armada del Parlamento en octubre, mantiene que las fuerzas de seguridad están confabuladas contra la reforma y que "el sistema de vigilancia política sólo ha sido escondido y puede volver a aparecer en cualquier momento".El señor del Kremlin también diagnosticó las causas del resultado electoral del día 12. "Al votar por el Partido Liberal Democrático [de Zhirinovski], los pobres no votaron por el líder de esta organización ni por su programa", dijo. "Votaron contra la pobreza", que afecta a los 40 millones de rusos que viven con menos de 5.000 pesetas al mes. Fuentes de la presidencia aseguraron que Yeltsin ha pedido que la reforma económica tenga "una orientación de carácter más social".

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