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Rivales hasta en el tablero político

Kárpov y Kaspárov hacen campaña por partidos opuestos en las elecciones rusas

Anatoli Kárpov y Gari Kaspárov, campeones mundiales de ajedrez, no sólo son adversarios en el deporte ciencia, sino que también están enfrentados en el tablero de la política rusa. Kárpov juega por el bando conservador, es decir, filocomunista, y Kaspárov, por el liberal, haciendo campaña por los candidatos del bloque presidencialista Opción de Rusia.Estas preferencias no son gratuitas. Kárpov fue durante años el niño mimado del establishment comunista y el Kremlin hizo todo lo posible por mantenerlo como campeón mundial. Kaspárov, en cambio, tuvo que ser un rebelde desde el principio, pues era el que les echaba a perder los naipes a los gobernantes de la desaparecida URSS al hacer peligrar el título de Kárpov. Los mandarines comunistas decían que no necesitaban un nuevo campeón mundial, pues Kárpov cumplía con el papel de propagandista soviético a las mil maravillas. Por eso, la lucha de Kaspárov por el máximo título del ajedrez se convirtió en una lucha contra los todopoderosos del Kremlin.

Las entretelas de esta batalla han sido reveladas sólo recientemente y se ha probado que en realidad no fue idea de Florencio Campomanes, presidente de la FIDE, suspender el campeonato mundial en 1985 y así salvar a Kárpov, sino del Politburó del PCUS. La lucha posterior entre Kárpov y Kaspárov es una historia detectivesca de cómo el primero compraba a los ayudantes del segundo para así enterarse de los planes secretos del talentoso joven contrincante.

"Hijo del cambio": así se definió Kaspárov en el libro homónimo publicado hace ya seis años. "Mi batalla es un símbolo de otras más amplias entre el blanco y el negro, lo viejo y lo nuevo, que se están librando en muchos lugares de nuestra sociedad", escribió entonces.

Gari Kaspárov ha permanecido fiel al compromiso tomado entonces, y en estos años ha librado nuevas batallas por el cambio en Rusia. Desde el principio se adhirió a los reformistas e incluso lideró durante un tiempo el ala reformista de uno de los nuevos partidos surgidos en el ex imperio comunista. Pero sus actividades políticas influían negativamente en las ajedrecísticas. Por eso hoy no es candidato, pero sí uno de los más activos propagandistas de los reformistas liberales. Haciendo campaña por ellos, ha viajado por Rusia y se ha presentado en diversos auditorios moscovitas, siempre derrochando energías, como buen sureño: Kaspárov nació hace 30 años en Bakú, la capital azerbaiyana, de padre judío y madre armenia.

Anatoli Kárpov es lo contrario de Kaspárov en todo: en estilo ajedrecístico, en temperamento y también en política. Este ex diputado de la URSS ha aceptado presentarse a la Duma por Zlatoust, la ciudad de los Urales donde nació 42 años atrás. A diferencia de Kaspárov, piensa que se puede ser legislador y al mismo tiempo seguir compitiendo en ajedrez. "El trabajo de diputado es el de estudiar problemas y leyes, y esto es algo que puedes hacer en Amsterdam y Nueva York tan bien como en Moscú. Puedes llevarte los documentos y estudiarlos en tus viajes", sostiene Kárpov. A pesar de su fama, Kárpov no lo tiene fácil en su ciudad natal, pues se enfrenta a Alexandr Kósopkin, un popular ex diputado por esta zona que cuenta con el apoyo del bloque presidencialista.

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