Adios al joven que denunció ser apaleado por 'rapados'

Su cuerpo es ya cenizas sin que aún se sepa quien le mató. Jesús Sánchez Rodríguez, el hombre de 27 años que murió el lunes en Madrid presuntamente apaleado por un grupo de cabezas rapadas en la noche del 20-N, fue ayer incinerado en el cementerio de la Almudena. Acudieron pocas personas. Sólo familiares y allegados directos que participaron en una ceremonia muy rápida y sobria rodeada de periodistas, informa Begoña Aguirre. Familiares y amigos de Jesús Sánchez aparecen, en la foto, en el crematorio. La policía mantiene dos hipótesis: una agresión de rapados, que es lo que el fallecido declaró a su familia horas después de ser golpeado, o un ajuste de cuentas, dado que se trataba de un hombre con problemas de drogas que fue detenido por robos en medio centenar de ocasiones. Día a día la policía refuerza la tesis de que se trate de una represalia. Pero los conocidos de Jesús creen que los culpables son de algún grupo neonazi. ' Aún no se ha realizado ningún arresto. Su muerte, debida a un traumatismo craneoencefálico, fue causada por un único y contundente golpe en la cabeza, según los resultados de la autopsia, informa la agencia Efe.