El suspiro final reanima el cadáver del 'Lega'
El portero local marca de un cabezazo en el último minuto y salva un punto
CARLOS MARCOS, El Leganés sigue su marcha por la Segunda División bajo el signo de la originalidad. Con tinúa sin ganar, pero su portero ya marca goles. Y además lo hace de cabeza y en el último minuto. Gracias a esta jugada, el Lega salvó un punto. Esto pro vocó el delirio, por primera vez desde que comenzó la temporada, en las gradas del Municipal de Leganés.
Fue una jugada que se repite en algunos partidos. El portero del equipo que va perdiendo por la mínima sube a rematar un saque de esquina. Es una actitud desesperada y, hasta ayer, inútil. En alguna ocasión incluso el portero ha conseguido golpear el balón, pero sin resultados positivos. Seguramente Mario no tenía muchas esperanzas de conseguir el gol. Pero contaba con el factor sorpresa. No voceó su estrategia. Caminó sigiloso hasta las inmediaciones del área rival. Casi nadie advirtió su presencia. Los jugadores del Castellón sujetaban con precisión a los atacantes locales. Mario, un hombre de estatura más bien baja, entró como un misil cuando su compañero botó el córner. Cuando parecía que el balón se perdía por el segundo palo, apareció su cabeza y envió el balón a la red. Los jugadores del Castellón miraron desesperados cómo los locales formaban una melée con su compañero. No habían conseguido el ascenso a Primera, ni siquiera habían ganado, pero la forma agónica con que se había obtenido el empate llenó de algarabía la grada de Leganés. Este último suspiro ofrece un resultado positivo para los pepineros: a partir de ahora comienza una nueva etapa con la inyección de moral en el cuerpo.
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