Jair Pereira, cada vez más cerca de la destitución

La destitución de Jair Pereira es inminente. Los dueños del Atlético, en especial su presidente, Jesús Gil, han perdido por completo la confianza en el técnico y dan por irremediable su marcha. La victoria del martes ante el OFI de Creta (1-0, gol de Luis García), correspondiente a la ida de la segunda eliminatoria de la Copa de la UEFA, no apagó el malestar de los dirigentes ni su convicción de que la solución pasa por el cambio de entrenador.

Ayer, Pereira se volvió a reunir con Miguel Ángel Gil, el director general, y Clemente Villaverde, el director deportivo, y recibió un nueva reprimenda. Una charla, que, como reconoció el propio Gil Marín, tuvo momentos de excesiva tensión. El entrenador brasileño prefirió abandonar el estadio Vicente Calderón, donde se celebró la cita, sin realizar declaraciones.

"En la reunión", explicó Gil Marín, "analizamos la trayectoria del equipo, su imagen actual y llegamos a la conclusión de que no es la idónea en base a la plantilla. Hay que buscar una solución ya. Nuestra decisión está tomada y la solución también, pero no tenemos intención de debatirla en los medios de comunicación".

El director general del Atlético aseguró que Jair Pereira se mantendrá en el cargo en el partido ante el Albacete y que no se le está buscando sustituto, pero no se atrevió a garantizar su continuidad tras el partido ante el Barcelona.

Reunión tensa

Miguel Ángel Gil reveló que hubo momentos de excesiva tensión en la reunión. "Teníamos que ver qué coño le pasa al Atlético. Pereira tiene unos principios tácticos que pueden estar muy bien y puede poner toda la voluntad del mundo, pero en el campo las cosas no salen. Está claro que en los despachos no se meten los goles. No vamos a estar todos los días con reuniones. La solución tiene que llegar ya. Pereira es quien tiene que arreglar esto. Si no lo entiende así, tendrá que meditar su futuro".

Para el director general la culpa no es exclusiva del técnico. "Tanta o más que Pereira", dijo, "la tienen los jugadores. El entrenador no mete los goles. Se limita a hacer las alineaciones y a imponer una táctica. La imagen es muy pobre y el tema muy grave".