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Los socios de Alcalá 20 descargan la culipa en el accionista enfermo

Mendoza, de 65 años, abogado y propietario de un 15% de las acciones de la discoteca, se desentendió del funcionamiento del local. Dijo que el único responsable de la gestión de la sala de fiestas era su ex socio Juan Antonio Iglesias. Tantas cosas dijo ignorar que uno de los familiares de las víctimas presente en el juicio no se pudo contener y espetó: "Claro, es tonto y no se enteró de nada; vaya con el abogado".

El fiscal acusa a Mendoza de imprudencia temeraria, y reclama para él un año de prisión. A grandes rasgos, le imputa haber intervenido-como, coopropietario del local- en la decisión de reformar la discoteca y, en consecuencia, de permitir que el local funcionase sin unas mínimas condiciones de seguridad.

El procesado declaró que sólo fue "algunos viernes" a la discoteca para "tomar una copa" pero que nunca intervino en su gestión. "Confiaba plenamente" en Iglesias, principal accionista del local. "Yo era un cero a la izquierda; cuanto él decía iba misa", aclaró. Carlos Arranz, su abogado, también centró su alegato en Iglesias. Salvo que su estado de salud mejore, Iglesias ya no será juzgado. José María Stampa Braun, su abogado, tiene serias dudas sobre su recuperación: ha sufrido varios infartos y cinco derrames cerebrales. "Está muy mal", certificó.

Al término de la segunda sesión del juicio sobre el incendio de Alcalá 20, que se celebra desde el pasado lunes en la Audiencia de Madrid, varios acusados formaron un corrillo. Uno de ellos, Doroteo Martín, que será interrogado hoy, miércoles, comentó a sus compañeros de banquillo: "La putada es que no funcionara la manguera; de lo contrario no estaríamos aquí".

En la trágica madrugada del 17 de diciembre de 1983, Martín estaba en el local, junto con el también procesado Pedro Rascón, otro socio de Alcalá 20. Al declararse el incendio -"que fue intencionado", según aseguró a este periódico- echó mano de la manguera, la única que había, pero no funcionó. Sólo salía un hilito de agua. La culpa de que el agua saliese sin la suficiente presión, según él, sólo cabe imputarla a factores ajenos: "Al ver el fuego, pedí a la gente que saliera corriendo, pero algunos prefirieron terminarse la copa...".

La voz cantante

Carlos García Cabrero, defensor de Pedro Rascón, avanzó también ayer que si hay que culpar a alguien por haber adornado la discoteca con materiales altamente combustibles y tóxicos "es al decorador". El ya fallecido, Carlos Giganto Rodríguez. "No sabemos si Iglesias (el principal accionista, hoy gravemente enfermo) tenía conocimiento de ello, aunque él era quien gestionaba todo".

De forma parecida opina Teresa Gómez, letrada de Doroteo Martín: "No es descargar la culpa sobre Iglesias, pero la verdad es que él lo controlaba todo, era la voz cantante de Alcalá 20".

Joaquín Ruiz Jiménez, abogado de Guillermo Herranz, vocal de la extinta junta inspectora de espectáculos, dependiente del Ministerio del Interior, va a argumentar su defensa en que Herranz se limitó a certificar que las condiciones del local no se habían modificado y se ajustaban a "las circunstancias por las que se pedía el permiso de temporada".

El interrogatorio de Carlos Mendoza por parte de Antonio García Pablos, abogado de 57 de los familiares de las víctimas, resultó tenso. Intentó desbaratar el argumento de que Mendoza era ajeno a la gestiónde Alcalá 20 y que su profesión, más que el mundillo del espectáculo, era la abogacía. Así, enumeró una serie de locales de fiesta supuestamente participados por el procesado. Pero muchas de sus preguntas sobre la inseguridad de la discoteca encontraron la misma respuesta: "No lo sé, lo ignoro".

A García Pablos le extrañaba que Mendoza, pese a controlar un 15% de las acciones, dijera desconocer el alcance de las reformas introducidas en Alcalá 20, si el local disponía de licencia de apertura o el tipo de material empleado para adornarlo... "Entonces, usted no se enteraba de nada, ¿verdad?", ironizó, enfadado, el abogado. "No señor, ya he dicho antes que...". El presidente del tribunal, Francisco Javier Rodríguez, le recordó que tenía derecho a no responder.

Hoy está previsto que los abogados concluyan el interrogatorio de Mendoza; después, prestará declaración Doroteo Martín.

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