Ballesteros: "Europa ganará"

La Copa Ryder, el duelo bienal entre Europa y Estados Unidos, la competición más "apasionante", según Severiano Ballesteros, echa hoy a andar (Canal +, 23.53 en diferido) en el club The Belfty, cerca de El escocés Bernard Gallacher y sus jugadores, apoyados por escrito por la reina Isabel, parten como favoritos ante Tom Watson y los suyos, recibidos días atrás por el presidente Clinton, que quiso darles ánimos.

Ballesteros, que considera que el equipo europeo "ganará" porque es "el más fuerte de siempre", afronta el torneo con la ilusión convergente de contribuir a que José María Olazábal, "el mejor del mundo", recobre la fe en sus posibilidades. El vasco, que, finalmente, continuará siendo pareja del cántabro en los partidos de dobles, había insinuado la conveniencia de intervenir sólo en un encuentro individual débido a su "mala forina".Todo está preparado para, en opinión de Tom Watson, los Juegos Olímpicos del golf. Representantes de seis países contienden en ellos. Sucede, sin embargo, que los británicos Nick Faldo, lan Woosnam, Colin Montgomerie, Mark James, Barry Lane, Sam Torrajice y Peter Baker lo hacen junto a los españoles José María Olazábal y Severiano Ballesteros, el alemán Bernhard Langer, el italiano Constantino Rocca y el sueco Joaquim Haegginan contra los norteamericanos Paul Azinger, Fred Couples, Tom Kite, Payne Stewart, Davis Love, John Cook, Corey Pavin, Lee Janzen, Ray Floyd, Chip Beck, Jim Gallagher y Lanny Wadkins. Gran Bretaña comprendió en 1979 que la unión es sinónimo de fuerza y, así, se tornó europea en la vertiente golfistica antes que en la política o la económica. Como en 1985 y 1989, The Belfry aspira en 1993 a ser, gracias a la cohesión del grupo que capitanea Bemard Gallacher, el escenario el desencanto norteamericano.

"Ganaremós", sentencia Ballesteros con el acento de quien se siente de nuevo en el buen camino después de haber deambulado sin rumbo durante muchos meses por culpa de una crisis de confianza en su juego y una lesión en la espalda. Su segundo puesto en el Open de Suiza le ha confirmado que todavía puede conseguir bastantes éxitos. Uno pretende lograrlo el próximo domingo con su equipo. "Nunca ha sido tan fuerte" advierte, "por que solíamos tener dos o tres jugadores flojos entre los l2".

"Ahora es distinto. No creo que haya demasiadas diferencias entre unos y otros. Lo importante es que Olazábal se recupere. Para mí es el mejor del mundo. No tiene aspectos débiles. Lanza la pelota larga y derecha. Domina cada palo", dice Ballesteros.