Mendoza da a Floro la última oportunidad

La derrota del Real Madrid ante el Valladolid (1-3) ha abierto viejas heridas. De nuevo los protagonistas son Ramón Mendoza, el presidente, y Benito Floro, el técnico. La situación es similar a la del año pasado, cuando los madridistas cayeron en Sevilla. La resolución de la crisis puede ser, en cambio, diferente. Floro se mostró ayer ante Mendoza fiel a su sistema. La directiva, que se reunió ayer a la tarde, se inclina por abrir un periodo de reflexión sobre su continuidad. Los partidos ante el Lugano, en la Recopa, y el Deportivo serán claves para su futuro.

El guión de la crisis madridista no varía. Así, fieles a él, directivos y técnicos comenzaron el mismo domingo por la noche la ronda de consultas para intentar remediar los males del equipo. Los contactos continuaron ayer. Benito Floro aparece en el epicentro del problema y la junta madridista se posiciona sobre su trabajo. Las fuerzas que apoyan al técnico no son ahora tan sólidas como en ocasiones anteriores. Los directivos que se han mostrado fieles a Floro son algo más críticos y los que siempre han estado en su contra afilan sus uñas. Ramón Mendoza escuchó ayer a unos y otros. También al técnico.Mendoza ha apoyado a Floro como no lo ha hecho con ningún otro entrenador, pero ahora las dudas sobre su forma de trabajo han aumentado. Mendoza se lo manifestó ayer y Floro ratificó su confianza en el sistema que emplea. "Si encontrara otro mejor, cambiaría. Pero, de momento esto no ha sucedido. Así que seguiré igual, aunque sé que hacen falta retoques y los haré, pero no porque me lo diga nadie", argumentó. Floro es consciente de que su puesto en el Madrid corre peligro, pero no por ello modificará sus creencias. "Yo escucho a todos, a los directivos y los jugadores, pero sigo fiel a mi método", insistió.

El entrenador del Madrid no deja por ello de reconocer que el equipo tiene problemas, aunque lo que sucedió el domingo ante el Valladolid obedece, en su opinión, a un cúmulo de accidentes y de mala suerte. Lo ocurrido en el debú liguero en el estadio Bernabéu puede acelerar, si es que hay tiempo, los retoques que Floro pensaba introducir en el conjunto. Éste es también el mensaje que, desde los directivos más afines a él, se ha hecho llegar al técnico: "Si quiere hacer cambios en el equipo, que los haga ya. De lo contrario, puede ser que no haya tiempo". Los desarrollos y resultados del partido del miércoles ante el Lugano, correspondiente a la Recopa, y el del sábado ante el Deportivo, en Riazor, serán decisivos.

Los directivos más contrarios a la tesis de Floro aguardan a lo que suceda esta semana. En su contra juega la escasez de nombres que aporta el mercado. Si se va Floro, el Madrid deberá pagarle 100 millones de pesetas, relativas a su contrato por este año, así como las fichas de todos sus colaboradores. Además, tendrá que encontrar lo antes posible un técnico de primera fila y las ideas en este apartado se reducen, aunque la Prensa deportiva británica habla del interés del Madrid por el ex barcelonista Terry Venables.Serenidad

"Lo sensato es apoyarle", manifestaron ayer varios directivos consultados por EL PAÍS. "En estos momentos hay que tener serenidad. Sólo otro resultado adverso nos colocaría en una situción extrema e insostenible".

La culpa de Floro en los problemas que padece el Madrid es uno de los puntos a debate en las últimas horas. Los más lejanos al técnico le otorgan toda la responsabilidad. Los otros le tachan de "cabezota" en algunas cuestiones, pero admiten que el equipo "no es una bomba como antes".

Los jugadores madridistas, que ayer descansaron, apoyan en su inmensa mayoría a su técnico. Floro se reunirá hoy con ellos antes de la sesión de entrenamiento para comentar lo sucedido y tratar de buscar las soluciones: "Como siempre, lo único que vale en estos casos es seguir trabajando", dice.