La televisión no ha frenado la tendencia deficitaria de los torneos de verano
La pretemporada del fútbol español concluye hoy con el Trofeo Santiago Bernabéu (Real Madrid-Inter). El aficionado tendrá una buena referencia de sus equipos, ya que la televisión le ha puesto al alcance de la vista las innovaciones tácticas y el virtuosismo de los fichajes a lo largo de más de 200 partidos disputados. A pesar del auxilio económico que ha supuesta la presencia de las cámaras de televisión, los torneos veraniegos han sido deficitarios. Las gradas prácticamente vacías en la mayoría de ellos han sido la prueba más rotunda de un negocio poco rentable.
El fenómeno no es nuevo, sino que dio indicios de clara recesión la temporada pasada. En el actual ejercicio se ha acrecentado por el interés de las cadenas de televisión por no quedarse fuera del reparto. Sólo Canal + renunció a la puja por los derechos televisivos del fútbol veraniego, que ha constituido un auténtico maratón para los aficionados. Más de 50 partidos han sido ofrecidos a través de la pequeña pantalla a horarios dispares, en directo y en diferido. Incluso hubo un día en que los telespectadores de La Rioja, por su privilegiada situación geográfica, pudieron contemplar hasta nueve encuentros.El empacho televisivo ha propiciado que las gradas de los estadios estuvieran vacías y, de rebote, el déficit para los organizadores de los torneos. El caso más llamativo es el del trofeo Ciudad de Oviedo, que preparó un plato suculento: un Barcelona-Milan. La audiencia fue la más alta -3,4 millones de telespectadores, por tres millones en el Milan-Real Madrid-, pero en el estadio Carlos, Tartiere apenas se citaron 5.000 personas. El balance financiero para los promotores fue nefasto: casi 40 millones de pérdidas.
Lo sucedido en Oviedo podría trasladarse al Trofeo Naranja de Valencia, cuyas pérdidas aproximadas alcanzan los 50 millones; al Ciudad de Sevilla (30 millones de déficit), al Ciudad de Palma (25) y al Colombino, no cuantificados por el momento.
Hasta el más prestigioso de los torneos veraniegos, el Teresa Herrera, que la temporada pasada generó 29 millones de beneficios, se ha saldado con ligeras pérdidas. Y ello a pesar de contar con uno de los mejores carteles: Deportivo, Barcelona, Sao Paulo y Lazio. Hay excepciones, como el Carranza, que ha logrado unos beneficios de casi 25 millones de pesetas porque se dio la circunstancia de que el Cádiz, actualmente en Segunda División, accedió a la final. O el Joan Gamper, que no llenó las gradas del Camp Nou pero tampoco proporcionó pérdidas, por la sencilla razón de que los equipos participantes llegaron a Barcelona en virtud de acuerdos previos con el club azulgrana por traspasos de jugadores.
Los derechos de televisión han sido un bálsamo para los organizadores y clubes, pero al mismo tiempo un arma de doble filo. Ni siquiera la fórmula del tres en uno -partidos de 45 minutos- ha calado. Tal vez por todo ellos, algún presidente ha comentado ya la conveniencia de iniciar antes el campeonato de Liga.
Deportivamente tampoco se han visto grandes cosas. Los clubes que han llegado a España para hacer de sparrings, preferentemente suramericanos, no han puesto en el escaparate a sus mejores hombres, que están disputando las eliminatorias del Mundial de EE UU 94.
Los clubes españoles de Primera División han disputado mas de 200 partidos de preparación de mayor o menor entidad. El Barcelona, según la planificación de su técnico Johan Cruyff, es el que más amistosos ha jugado, seguido del Celta. El club gallego presenta el mejor balance, con 12 victorias y dos empates. El recién ascendido Lleida también figura en el cuadro de honor con nueve victorias, un empate y una derrota. El farolillo rojo es la Real Sociedad, que ha ganado tan sólo dos partidos, seguida muy de cerca por el Real Madrid, cuyas victorias (a falta del torneo que disputa hoy) se limitan a tres.
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