Feliz cumpleaños entre los escombros
El diario 'Oslobodenje', símbolo de la resistencia de Sarajevo, celebra su 50º aniversario
Nació el 30 de agosto de 1943. Llega hoy a los 50 años un tanto achacoso, pero con un espíritu de hierro. El diario Oslobodenje (Liberación), en su día elegido como mejor periódico de la antigua Yugoslavia, se ha convertido en algo más que el símbolo de la resistencia de Sarajevo frente a los sitiadores serbios: sus ocho páginas escuálidas encarnan día a día la lucha firme contra la barbarie. Su cabecera viva es el monumento de la Bosnia de antes de la guerra: el triunfo de la tolerancia, de la convivencia pluriconfesional.La guerra comenzó en Bosnia-Herzegovina el 5 de abril de 1992. Ese mismo día, las primeras balas serbias volaron las ventanas de su torre oval, de aquel "lindo edificio de 10 pisos todo de aluminio y cristal", como lo define con añoranza su director, Kemal Kurspahic, mientras observa el amasijo ennegrecido y fantasmal que queda en pie.
Pocos días más tarde, los trabajadores del diario, musulmanes, serbios y croatas, bosnios todos, proclamaron en asamblea su compromiso: sacar adelante Oslobodenje bajo cualquier circunstancia. Y así lo han hecho. El periódico no ha faltado a su cita ni un solo día. Ni siquiera aquel 20 de junio del año pasado, cuando el edificio quedó envuelto en llamas. Los trabajadores lucharon codo a codo con los bomberos durante toda la noche hasta apagar el fuego. En la mañana del 21, el periódico estaba en las calles. Habían ganado de nuevo.
Publicar cada día Oslobodenje es un ejercicio consciente de militancia. La plantilla se ha reducido de 2.800 personas a 60, entre redactores e impresores. Cinco trabajadores han caído bajo las balas. La falta de combustible y papel ha encogido la tirada de 70.000 a 4.000 ejemplares. Las páginas han pasado de 20 a 8. Sólo se distribuye en Sarajevo: los propios periodistas se encargan de repartirlo con sus coches. Todos los días se agota la tirada.
Ante la falta de teléfono y fax, los redactores se reúnen cada día, a una hora fija, en un despacho del centro de la ciudad. Entregan los textos y desde allí se llevan a los sótanos de la vieja sede, donde la rotativa se ha mantenido a salvo de los bombardeos. Para reducir los riesgos, se trabaja por equipos en turnos de siete días: se entra un lunes y se vive y trabaja en el edificio hasta el domingo siguiente.
Gordana Krtezevic, serbia de Belgrado, redactora jefa, no se cansa de repetir que el diario mantiene el mismo espíritu contestatario que les llevó, en 1988, a elegir por votación al director frente a las directrices del partido comunista. "Cuando todo termine", dice Gordana, "el Gobierno puede estar seguro de que Oslobodenje será un periódico crítico".
En 1943, durante las turbulencias de la II Guerra Mundial, nació como la voz de la resistencia. A sus 50 años, Oslobodenje ha vuelto a sus raíces.
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