Pujol y Obiols sientan las bases para el diálogo entre González y CiU

El terreno para una próxima negociación entre Felipe González y el líder de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, fue acotado ayer tarde por este último y el primer secretario de los socialistas catalanes, Raimon Obiols. Pujol y Obiols se reunieron en Barcelona durante casi una hora y media, en lo que fue la primera entrevista del presidente del Gobierno catalán con un alto dirigente socialista después de las elecciones. Previamente, por la mañana, González y Pujo¡ habían mantenido un primer contacto telefónico. El líder socialista, según fuentes de la Generalitat, le habría comunicado al de CiU que Obiols acudiría a la reunión en calidad de mensajero.

Obiols salió visiblemente satisfecho del despacho de Pujol, pese a lo cual se mostró hermético sobre el contenido de la reunión. "Hemos marcado el campo y colocado las porterías", dijo Obiols en referencia al asentamiento de los criterios por los que se regirán las inminentes conversaciones entre González y Pujol.Medios próximos al presidente de la Generalitat indicaron que Pujol se limitó a escuchar los puntos de vista de Obiols, recibiéndolos como un mensaje de González.

"El diálogo está abierto", dijo el primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Obiols señaló que había encontrado a un Pujol "enormemente receptivo y con muchas ganas de hablar" sobre acuerdos que garanticen la estabilidad del próximo Gobierno. La tradición pactista catalana, dijo Obiols, y el resultado de las urnas marcan una vía de "confluencia sobre la corresponsabilidad".

Ni Obiols, que ofreció una conferencia de prensa al término de la entrevista, ni Pujol, que optó por no comparecer ante los informadores, quisieron airear las bases acordadas para la negociación entre el político nacionalista y Felipe González. Raimon Obiols, que el martes pasado daba por descartada la posibilidad de una coalición gubernamental entre el PSOE y CiU, evitó ayer ratificar o rectificar aquella convicción.

El dirigente socialista aseguró que había manifestado a Pujol la voluntad de su partido de asegurar en primer término la aplicación del programa de gobierno del PSOE, así como de negociar sobre dicho programa con otras fuerzas para garantizar con su apoyo de una acción gubernamental estable. Según Obiols, la concreción de esos apoyos (Gobierno de coalición, pacto de legislatura, acuerdos parlamentarios puntuales a dos o más bandas...) queda en un segundo orden de prioridades.

Los temas que centrarán dichas conversaciones programáticas son la superación de la crisis económica, el desarrollo del programa de convergencia europea, la transparencia de las instituciones, la potenciación del marco autonómico y la política social.

Obiols elogió también "el positivo esfuerzo de apertura al diálogo" demostrado por Iniciativa per Catalunya (IC) e Izquierda Unida (IU), aunque declinó pronunciarse sobre si los socialistas consideran plausible la hipótesis de un acuerdo a tres bandas con los nacionalistas e IU.

En declaraciones a TV-3, Pujol calificó la entrevista como "cordial" y coincidió con Obiols en primar el entendimiento pro gramático por encima de las fórmulas de los pactos. Fuentes convergentes indicaron que Pujol pretende reforzar a Obiols como máximo interlocutor suyo en el PSC, ya que el presidente catalán prefiere tratar con éste que con Narcís Serra o Pasqual Maragall, con quienes mantiene espinosas relaciones.

Antes que con Obiols, Pujol se había entrevistado la semana pasada con Julio Anguita, Rafael Ribó y José María Aznar, y había conversado por teléfono con Xabier Arzalluz. Esto demuestra que el presidente de la Generalitat ha decidido protagonizar personalmente las negociaciones poselectorales en detrimento de Miquel Roca.

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, consideró ayer factible una alianza de gobierno entre el PSOE e IU, siguiendo el modelo que funciona en Barcelona entre el PSC e IC. "Es una posibilidad abierta", dijo, "con todas sus ventajas y sus pegas. La experiencia de colaboración en Barcelona y en Cataluña ha sido muy positiva. Desde la experiencia municipal, [el acuerdo con IC] es un referente a tener en cuenta para conseguir la gobernabilidad".