El Papa pide enSevilla un mundo más solidario y menos volcado en el consumo
El Papa imprimió un tono marcadamente pastoral a la primera jornada de su cuarta visita a España, iniciada ayer en Sevilla en medio del calor popular y meteorológico. Juan Pablo II, visiblemente cansado a lo largo del día, rindió homenaje a la "gesta evangelizadora de España en el Nuevo Mundo", mientras el Rey, al recibirle, aludía al terrorismo y a la guerra en la antigua Yugoslavia. En su saludo, don Juan Carlos lamentó la crueldad de los conflictos fratricidas y recordó la muerte el viernes en Bosnia-Herzegovina del teniente de la Legión Francisco Jesús Aguilar.El Papa se mostró muy preocupado por la secularización creciente de la sociedad y la necesidad de un mundo más solidario. El mensaje de Juan Pablo II -quien a lo largo de los cuatro próximos días desarrollará una extensa agenda en Andalucía y Madrid- insistió en la importancia de la festividad del domingo, que permite "el cuidado de la familia, el cultivo de los valores espirituales y la participación en la vida de la comunidad cristiana". Este conjunto de valores, enfatizó el Pontífice, conduce a "un mundo mejor, más solidario y menos consumista".
Durante la misa de ordenación de 37 diáconos, celebrada por la tarde en el Pabellón de Deportes ante más de 10.000 personas, Juan Pablo II exhortó a los religiosos de toda España a que respeten el celibato y a que no se desvíen en su predicación del magisterio de la Iglesia. Poco antes de retirarse a descansar al Palacio Arzobispal tras una jornada que lo dejó visiblemente agotado, el Papa se reunió en la plaza de la Virgen de los Reyes con miles de jóvenes que le gritaban "Qué maravilla, el Papa está en Sevilla", a lo que el Pontífice contestó: "La maravilla no es el Papa, es Sevilla".
Páginas 15 y 16 y Domingo 6 y 7
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