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El mercado de valores continúa reajustando sus posiciones gracias a la ausencia. de presiones vendedoras importantes, lo que puede interpretarse como una imposición del dinero institucional ante la falta de decisión del resto. La mejora de las cotizaciones se produce en pleno vacío de expectativas, aunque con la confianza de que acabarán imponiéndose la hipótesis de nuevos recortes en los tipos de interés. En esta ocasión, la peseta se debilitó frente al dólar y el marco, con lo que parecen confirmarse las posibilidades de un ajuste a la baja de los tipos de interés que dejaba entrever en la jornada anterior el mercado de deuda pública. No obstante, ese mercado dedicó ésta última sesión a tomar beneficios.Ante esos vaivenes, parece bastante lógica la reacción de la inversión en renta variable, extremadamente prudente ante lo que no son más que posibilidades y pueden quedar en simples movimientos especulativos. El avance conseguido por la Bolsa queda cuestionado por el escaso respaldo que le ha prestado la contratación, poco más de 14.000 millones de pesetas efectivas, y con la concentración que suele ser habitual, lo que devuelve esta subida al terreno de las reacciones técnicas.

De las bolsas internacionales, con una pequeña subida en Wall Street a media sesión, ligeros descensos en Europa y un recorte simbólico en Tokio, no podía esperarse ayuda alguna, con lo que el 0,49% que gana el índice de Madrid aparece como un resultado incluso positivo. El Ibex 35 subía un 0,5%.