A la espera de la división socialista

El secretario general del PP, Álvarez ascos, evito pronunciarse ayer sobre los nueve millones de votos cosechados por Felipe González y el PSOE después de 11 años de desgaste en el poder. Alegó que la ejecutiva popular se había concentrado en la radiografía de su propio éxito. No obstante, lanzó un envite al adversario al preguntarse "cómo se interpreta ese resultado, porque ya sabemos que para algunos socialistas significa más de lo mismo y para otros el cambio del cambio".El Gobierno que pueda formar González no está excluido en principio del espíritu de diálogo y búsqueda de acuerdos que los populares desean imprimir a su acción política en la nueva legislatura, pero con la expresa advertencia de que no servirá para avalar una continuidad de la política socialista. "No para más de lo mismo", advirtió Álvarez Cascos.

Mientras lanza su oferta al resto de los grupos de oposición para repartirse la tarta de las presidencias y las mesas del Congreso y del Senado, el PP advierte que toda la responsabilidad de la gobernabilidad y la estabilidad durante los próximos cuatro años está en el campo del PSOE. Al primer partido le corresponde, según Álvarez Cascos, buscar fórmulas de acuerdo para los cuatro años de legislatura y no para una parte de la misma.

Según el líder de los populares, José María Aznar, los grupos parlamentarios se van a convertir en el motor principal de la acción política del PP. Y para ello reclama de los diputados y senadores asistencia a todos los plenos, dedicación exclusiva a la tarea parlamentaria y especialización en las áreas respectivas.

Fuera del Parlamento, el Partido Popular pondrá en marcha un plan, como medida más inmediata, para mejorar su implantación y su organización en municipios de tamaño intermedio (entre 10.000 y 20.000 habitantes) y ha decidido proseguir su renovación interna en los ámbitos rurales y las poblaciones de menor tamaño, donde su mensaje de cambio no ha sido recibido con intensidad.