Errores del censo obligan a prorrogar el horario de votación en cuatro provincias
Las juntas electorales de Sevilla, Almería, Granada y Gran Canaria decidieron ayer prorrogar el horario de votaciones hasta las diez de la noche, en las dos primeras provincias citadas, y hasta las nueve, en las dos últimas, para permitir que miles de ciudadanos excluidos por error del censo pudieran votar. Aunque la decisión de dichas juntas electorales, sin precedentes en la democracia española, no fue secundada en el resto de España, el mismo problema se planteó en muchas ciudades.
La Junta Electoral de Gran Canaria ordenó que se ampliara 60 minutos el horario de votaciones en seis municipios de la isla, incluida su capital, Las Palmas, donde 5.000 personas acudieron al ayuntamiento para denunciar que no habían podido votar. No obstante, en uno de los municipios afectados, Firgas, la Guardia Civil impidió que se votase después de las ocho de la tarde, hora oficial del cierre de los colegios, por no tener instrucciones para ello, según dijo el alcalde, Francisco Ponce.Por su parte, la Junta Electoral de Valencia, decidió a última hora de la tarde habilitar un colegio especial en su propia sede para que pudieran votar, hasta las 12 de la noche, unos 3.000 electores que durante todo el día formaron largas colas ante el Ayuntamiento de Valencia y la sede del Instituto Nacional de Estadística (INE), tras no poder votar por estar excluidos de las listas. También cuatro municipios de La Coruña aplazaron el cierre de las urnas, debido a los problemas del censo.
Los representantes del Partido Popular Javier Arenas y Alberto Ruiz Gallardón anunciaron anoche que pedirán "aclaraciones" a la Junta Electoral Central por el retraso en el cierre de colegios, lo que permitió que algunos electores votaran conociendo los datos de los sondeos, difundidos a las ocho de la tarde.
A lo largo de la jornada, en distintas ciudades de España, se formaron largas colas de ciudadanos que intentaban conseguir un certificado para votar, después de comprobar que no figuraban en las listas, pese a estar empadronados. La posibilidad de estas certificaciones individuales fue decidida por la Junta Electoral Central para subsanar los errores censales. Muchos electores, sin embargo, renunciaron a ejercer su derecho al voto, exasperados por la larga espera.
En Almería, antes de que la junta electoral ordenase mantener abiertas las urnas dos horas más -en la capital y en 38 municipios de la provincia-, unos 500 ciudadanos que no habían podido votar cortaron el tráfico en el centro de la ciudad. Manifestaciones espontáneas se produjeron también en Granada, donde la prórroga afectó básicamente a la capital.
"Acumulación de errores"
En Sevilla, cuya junta de zona fue la primera que decidió ampliar el horario de votaciones, efectivos policiales acudieron a la oficina electoral, donde se habían concentrado más de 2.000 personas. En Cádiz, Izquierda Unida denunció que "un elevado número de electores se han visto privados del derecho al voto".
En Málaga, el teléfono de atención al elector, instalado en el Ayuntamiento, recibió más de 3.000 llamadas en las primeras cinco horas de votación. Su responsable, Jesús Navas, indicó que el colapso fue total durante la mañana y que la ventanilla de empadronamiento inmediato registró grandes colas. En Jaén, responsables de Izquierda Unida y el PP señalaron que "muchos electores habían sido suprimidos del censo tras llevar más de 20 años viviendo en la misma casa".
En Madrid, unas 2.000 personas hicieron colas de hasta cuatro horas ante la Delegación Provincial del Censo. José Luis Ródenas, delegado provincial del censo, admitió que estaba "desbordado" por una "acumulación de errores impensable". Debido a la larga espera, "la gente está crispada", admitió. El Ayuntamiento de Madrid habilitó dependencias y funcionarios municipales para expedir los certificados y hacer frente a la avalancha.
En Alcalá de Henares, IU y el PP anunciaron que impugnarán las elecciones, "por la imposibilidad de unas 6.000 personas" de emitir su voto. En El Escorial, las fuerzas del orden acudieron para tranquilizar a centenares de vecinos que no podían votar. En Arganda, 1.000 personas se quedaron sin depositar el sufragio. Otros mil electores no pudieron votar en Aranjuez.
Problemas similares se produjeron en Barcelona, Melilla y Santa Cruz de Tenerife, entre otras ciudades. En Sant Viçenc dels Horts (Barcelona), 1.500 personas no pudieron votar por un error en el censo, por lo que iniciativa per Catalunya y CiU anunciaron que impugnarán los resultados. El mismo problema tuvieron 1.000 vecinos de Talavera de la Reina (Toledo).
El incidente más grave de la jornada se produjo antes de la apertura de los colegios, durante la madrugada del domingo, cuando fue incendiada la sede de las Juventudes Socialistas en Jaén. Los agresores rompieron los cristales e introdujeron papeles ardiendo, causando daños materiales de escasa cuantía.
Durante el fin de semana, una quincena de personas fueron detenidas en toda España, la mayoría por repartir propaganda electoral tras el cierre de campaña.
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