La grave lesión de Prosinecki hipoteca su futuro como jugador del Real Madrid
MABEL GALAZ, Robert Prosinecki ilustra los males del Real Madrid. El club vive una tensa espera hasta el jueves, cuando una resonancia magnética permita conocer el alcance de la lesión que sufrió el domingo. Ayer todo eran especulaciones alarmantes. Su dolencia hipoteca su futuro, y no se descarta que el domingo haya sido su último partido con el Madrid. El presidente del club, Ramón Mendoza, y sus vicepresidentes barajaron ayer su sustitución. Para ello ascenderían al primer equipo al brasileño del filial, Luis Fernando, o ficharían por unos meses a un jugador ruso del Spartak de Moscú.
El jugador percibe más de 200 millones brutos anuales y le quedan tres años de contrato. Su valor en el mercado es ahora mismo nulo, por lo que su hipotética venta no va a ser para permitir la financiación del argentino Redondo, cuyo precio no baja de los 1.500 millones de pesetas, cifra que figura en la cláusula de rescisión de su contrato con su actual equipo, el Tenerife.La falta de un seguro por incapacidad temporal al resultar sumamente gravoso por el elevado coste de la póliza y, por ello, no ser rentable, obliga al Madrid a tener que contemplar esta lesión como una verdadera desgracia. La entidad madridista deberá abonar al jugador, durante el tiempo que permanezca de baja, todas las cantidades estipuladas en su contrato.
El Madrid lleva largo tiempo estudiando diversas ofertas de compañías de seguros para firmar una póliza que proteja al club ante graves lesiones de hombres importantes. Ahora mismo, sólo uno de sus jugadores, el pivote lituano Arvidas Sabonis, del equipo de baloncesto, con antecedentes de graves lesiones, tiene un seguro que cubre al club ante varios supuestos. Prosinecki dispone de un seguro de 500 millones de pesetas por incapacidad permanente, pero no temporal. Inicialmente, el Madrid rechazó una oferta para proteger los contratos de siete jugadores (los más caros de la plantilla de fútbol) por su elevado coste (200 millones al año).
Estaba en estudio, sin embargo, una oferta más amplia sobre la base de asegurar a 23 jugadores, tomando como media de salarios unos ingresos anuales de 75 millones. Dicha oferta, cuyo coste es de cerca de 90 millones por año, supondría unas indemnizaciones medias de unas 200.000 pesetas diarias para casos de lesiones.
Lo que vaya a suceder con Prosinecki es ahora mismo una incógnita. El jugador reposa en casa a la espera de que la inflamación baje y pueda ser sometido a una resonancia magnética. Las previsiones hablan del jueves. El jugador se encuentra desmoralizado y manifiesta, abiertamente, su deseo de abandonar el Real Madrid. Su experiencia en Madrid le resulta tan frustrante que asocia todas sus desgracias musculares al club.
Acuerdo amistoso
Pero el problema no es la moral de Prosinecki, sino el verdadero alcance de la lesión y la posibilidad de una recuperación rápida. Vender a Prosinecki a otro club, un asunto que estaba en marcha en estos momentos, se antoja imposible. Esperar medio año para su regreso a los terrenos de juego no concuerda con las actuales necesidades de la entidad, que requieren una plantilla reforzada para el comienzo de la próxima campaña y una decisión rápida sobre la contratación del argentino Redondo.
Ayer mismo, el presidente Mendoza trató con sus vicepresidentes la posibilidad de una rápida sustitución del croata. Se barajó subir al primer equipo al brasileño Luis Fernando, que actúa en el Madrid B, o fichar para un par de meses a un jugador soviético del Spartak de Moscú. Benito Floro tendrá la última palabra sobre este asunto.
Los plazos de la recuperación de Prosinecki son preocupantes y hablan de empezar a correr a finales del próximo mes de agosto y de jugar con el equipo ya comenzada la temporada, probablemente finales de septiembre o primeros de octubre. Es por ello que, en estos momentos, cobra cuerpo la posibilidad de un acuerdo amistoso con el jugador: una fuerte indemnización y la carta de libertad para el croata. "La posibilidad de que Prosinecki no vuelva a vestir la camiseta del Madrid entra en nuestro vocabulario", manifestó un directivo del club.
Repercusión en el equipo
El futuro del jugador croata en el equipo madridista puede repercurtir, además, en el de otros jugadores, sobre todo en el del brasileño Ricardo Rocha. Si Prosinecki sigue en el Real Madrid por no llegar a un acuerdo amistoso en la rescisión del contrato o se dilata su recuperación, se da por segura la marcha de Rocha. En caso contrario, el club madridista ofrecerá al defensa brasileño la plaza de cuarto extranjero -en los partidos oficiales sólamente puede haber tres por equipo sobre el terreno de juego-.
Los problemas para el Madrid se acumulan, por otra parte, para el partido del sábado en Vigo, ante el Celta, pues a las bajas de Prosinecki y Martín Vázquez por lesión, hay que unir las de Hierro y Nando por sanción. Su entrenador tendrá que echar mano de Chendo, Villarroya y Milla, y no se descarta que Ramis actue en el puesto de Hierro.
Finalmente, Ramón Mendoza llegó ayer a un acuerdo con el presidente de la Federación, de Fútbol de Chile, Ricardo Abuhomor, para que Iván Zamorano se incorpora a la selección chilena, para jugar la Copa América, el próximo 20 de junio, día en que finaliza la Liga española. Mendoza se comprometió a que el jugador chileno viajaría antes si el Madrid ganase o perdiese la Liga antes de esa fecha. Pero el problema puede presentarse si el Real Madrid elimina al Barcelona en la semifinales de la Copa del Rey y se clasifica para la final del torneo, señalada para el 26 de junio. Chile iniciará el 17 de junio su participación en la Copa América el 17 de junio.
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