IU nombra candidato a Julio Anguita sin el apoyo del 37% de su dirección
Julio Anguita fue designado ayer oficialmente candidato de Izquierda Unida IU a la presidencia del Gobierno en estas elecciones con el voto de castigo de los renovadores de la corriente Nueva Izquierda. En el último, acto de la pugna de estos días entre renovadores y oficialistas, la designación de Anguita obtuvo en la reunión del Consejo Político Federal -el máximo órgano de la formación- 108 votos a favor (un 62,7% de las 172 papeletas emitidas), 50 en contra (un 29,06%) y 10 abstenciones (5,7%). Hubo además cuatro votos en blanco (2,3%).
Nueva Izquierda había dado a sus miembros libertad formal en la votación secreta, pero sus dirigentes también asumían que todos iban a abstenerse o a votar en contra. Entre los 17 miembros del Consejo que no fueron a la reunión de ese órgano está el líder de la corriente, Nicolás Sartorius.La presidencia federal -en la que también están representados los renovadores- había acordado por unanimidad el pasado 13 de abril, cuando aun se pensaba lejana la convocatoria electoral y la lucha de las listas, que Anguita sería el candidato a la presidencia que se propondía para su votación en el Consejo.
Anguita, en un breve discurso de aceptación, replicó al resultado mostrando su enorgullecimiento por "la pluralidad del Consejo". A lo que añadió: "Las unanimidades son propias de los panteones".
El candidato recalcó que IU es capaz de gobernar, que tiene "hombres y mujeres capaces de ser ministros", y que posee "dignidad, decoro, ética y programa". El coordinador general de la formación izquierdista puso de relieve que, a partir de ahora, su fuerza "tiene que avanzar y mucho, pero no por nosotros, sino por los trabajadores, por el. pueblo español".
Anguita agregó que encara la campaña electoral, en la que no piensa hacer "ninguna concesión a la galería", con una "voluntad de roca granítica". Una predisposición que encontró poco después la respuesta irónica de la ex diputada renovadora Cristina Almeida: "No me gustan la roca ni el granito porque hacen los muros".
Izquierda Unida no logró cerrar sus candidaturas sin una última polémica. Almeida, como coordinadora del área de mujer de la presidencia federal, reclamó que no se ratificasen las listas en cinco provincias, entre ellas Madrid, por haber incumplido el principio que rige en la formación de reservar un 35% de los puestos de representación a las mujeres. Su iniciativa no prosperó y las candidaturas fueron definitivamente aprobadas con 90 votos a favor -incluyendo a la mayoría de los miembros de Nueva Izquierda-, 13 en contra y 31 abstenciones.
No se vieron las listas de dos comunidades: Galicia, donde IU ha formado una coalición con Unidade Galega y aspira a dos escaños en una zona que hasta ahora le ha sido virgen, y Cataluña, donde Iniciativa per Catalunya (IC) tiene plena independencia.
[El presidente de IC, Rafael Ribó, tampoco logró el apoyo unánime de la cúpula de la federación para su candidatura al Congreso por Barcelona. Ribó obtuvo el 81% de los votos de los miembros de la comisión -180 en total-, un 17% de abstenciones y un 2% en contra. Entre los opuestos está el número dos en la candidatura y anterior cabeza de papeleta, Ramón Espasa].
El Consejo ratificó también el programa electoral con que la formación concurre a los comicios. Los renovadores apoyaron la propuesta, como habían anunciado, aunque durante el debate varios de sus dirigentes criticaron aspectos de la parte económica, como las carencias de la política presupuestaria y monetaria o de las medidas en infraestructuras. El programa recibió 158 votos a favor, ninguno en contra y cuatro abstenciones.
Referéndum de la OTAN
El anterior responsable de relaciones internacionales de Izquierda Unida, el renovador Francisco Palero, y su sucesor, el oficialista Carlos Camero, discutieron la medida programática, introducida el sábado, de volver a pedir un referéndum sobre la salida de España de la OTAN. Palero tildó la propuesta de "anacronismo publicitario", "pataleta" y "gesto a la galería" que anula el gran debate sobre la OTAN. Camero replicó que IU debe reclamar que se repita la consulta al pueblo ya que han girado 180 grados las condiciones internacionales en que se desarrolló el referéndum en 1986.
Por último, los renovadores se abstuvieron en la votación del informe político que Anguita presentó al Consejo. El informe se centra en el discurso electoral que va a desarrollar IU e insta a los trabajadores de los sectores en crisis a que recuerden ahora en los comicios sus luchas y qué formación les apoyó.
El texto incide en el objetivo de la creación de empleo que va a ser el núcleo del discurso de la formación desde ahora hasta la cita en las urnas y reitera las ya conocidas críticas a la política económica del Gobierno. Además acusa al PSOE de haber desprestigado las instituciones democráticas por su "uso inmoderado del poder" y al jefe del Ejecutivo, Felipe González, de tener "una cierta concepción despótica del poder" por vincular la gobernabilidad de España a la obtención de mayorías absolutas.
El informe obtuvo 115 votos a favor, 42 abstenciones y 3 votos en contra.
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