Mendoza manifiesta a Floro su enfado por la irregularidad del Madrid
Ramón Mendoza, el presidente de] Real Madrid, mantuvo ayer una larga reunión con Benito Floro, el entrenador, para analizar las causas de la derrota que su equipo sufrió el pasado miércoles (44) en el estadio de Atocha ante la Real Sociedad y que estuvo a punto de causar su eliminación de la Copa. Mendoza manifestó a Floro su preocupación por este resultado, así como su enfado por la irregularidad que, a su juicio, mantiene el Madrid.
A lo largo de la tarde, Mendoza también se reunió con algunos directivos dentro de las sesiones que, regularmente, celebran y en las que se debaten los términos en los que se producirá la conversión del club en sociedad anónima deportiva. Con ellos también habló del partido de Atocha y fue especialmente crítico con el trabajo de Floro, quien ha perdido en los últimos días mucha de la confianza que se había depositado en él. Algunos miembros de la directiva han manifestado públicamente su disconformidad con él, si bien sigue teniendo el apoyo de un amplio sector."Cuando se pierde", dijo Floro por la mañana, "siempre se quiere resaltar lo malo, pero hubo detalles buenos. Además, se cumplió el objetivo: se pasó a las semifinales y no hubo sancionados, ni expulsados ni lesionados". Del trabajo de sus futbolistas apenas habló, salvo para matizar, que- se había confirmado la clase del delantero argentino Juan Eduardo Esnaider, autor del único tanto madridista. Al margen de esta consideración, sólo hizo otra y fue en relación con el, carácter de aquéllos. "A un jugador no se le puede enseñar a ser agresivo a los 30 años cuando un partido roza la ilegalidad del reglamento. Tampoco se le puede: enseñar cómo perder tiempo. A esas edades, o lo saben o no se puede hacer nada. Nuestro trabajo debe reservarse a las cuestiones técnicas", indicó.
El trasfondo de las palabras de Floro era que, en su opinión, su homólogo John Toshack decidió que los suyos realizaran un juego bronco y diesen patadas. -Según esta teoría, el galés, que conoce a la perfección a la plantilla madridista, sabía que ésta era la opción más sólida para ganar. Este: fútbol duro tuvo, de acuerdo con los técnicos madridistas, la colaboración del árbitro, Alfonso Pérez, que no supo cortarlo: "Si durante la primera media hora hubiera mostrado alguna tarjeta amarilla, el encuentro habría cambiado o terminado con siete jugadores". Floro sí fue amonestado por el colegiado por sus continuas protestas ante lo que él entendía como pasividad suya.
El trabajo de la defensa, que falló en los balones cruzados, y el de Jaro no fue analizado. Los técnicos explicaron que el portero fue "continuamente" bombardeado con objetos y que uno de los goles le llegó cuando se quitaba de encima unos huevos.
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