Los especialistas escasean y envejecen

Ally McCoist, Glasgow Rangers, 30 años; Stevie Cowan, Portdown, 30 años; José Roberto de Gama Oliveira, Bebeto, Deportivo de La Coruña, 29 años; Josip Weber, Círculo de Brujas, 28 años; Vassilis Dimitriadis, AEK de Atenas, 27 años; Krzysztof Warzycha, Panathinaikos, 28 años; Tanju Colak, Fenerbahce, 29 años.Resulta llamativo el que ninguno de los siete primeros en la lista de goleadores europeos baje de los 27 años. No es factor mitigante la ausencia por lesiones o criterios de sus técnicos de goleadores como Papin (29 años), Van Basten (28) o Pancev (27). Además, el denominador común entre los siete nombrados al principio es una definición que les sitúa como el Gerd Müller actual.

Son arietes clásicos, que, como se dice en tono despectivo, "poco aportan aparte de sus goles". Es una especie que, en los centros de formación, corre peligro de extinción. Ahora se exige movilidad y polivalencia a la hora de contribuir al conjunto.

Abanderados

Los primeros abanderados de una generación más joven que se asoma a la lista europea son el italiano Giuseppe Signori y el holandés Dennis Bergkamp, recién fichado por el Inter de Milán, pese al coqueteo de Cruyff. Por debajo de ellos se encuentra Xavier Gravelaine, máximo goleador de la Liga francesa por encima de los veteranos alemanes Völler y Klinsman. A sus 23 o 24 años, los tres suman denominadores comunes a sus muchas diferencias.

Su juego destaca por su verticalidad, pero ninguno de ellos se define como goleador nato. Desarrollan su labor con una máxima movilidad en el último tercio del campo sin ofrecerse como blanco estático para los marcadores centrales. Mientras Signori y Gravelaine son prácticamente debutantes en lides internacionales, Bergkamp demostró su eficacia en la Eurocopa de Suecia arrancando desde posiciones retrasadas y aprovechando con frialdad e inteligencia los pasillos abiertos por Van Basten. Es el prototipo del futuro, pero surgen pocos jóvenes tan rápidamente identificables con el éxito.

La veteranía de los pichichis actuales resulta tan coherente dada la falta de jóvenes que parecen hormas para Botas de Oro. Es frecuente oír hablar de libres, centrocampistas o incluso extremos -que vuelven a estar de moda- que prometen. Goleadores, no. Las seis selecciones europeas que acaban de participar en el mundial juvenil de Australia acumularon 18 goles en los 21 partidos que disputaron y los únicos que están señalados como futuras figuras son los ingleses Nick Barmby y Chris Bart-Williams, aunque ambos golean desde la media punta.