Villarreal: "Si lo sé, no vengo"

José Luis Villarreal encajó con una sonrisa y un gesto de incredulidad su alucinante situación en el Atlético. De prestigioso refuerzo para el proyecto de Pastoriza, el ex jugador del Boca Juniors, de 26 años y 23 veces internacional, ha pasado a ser el centro de una polémica que ha acabado con la dimisión de su compatriota y valedor. Villarreal no jugará en Burgos mañana por orden expresa de Gil. El deseo del argentino es abandonar España antes del 30 de junio, fecha en que concluye su contrato. "Si lo sé, no vengo", declaró ayer sin acritud.Villarreal opinó con acierto sobre el Atlético desde la distancia que le permite su condición de recién llegado: "Lo que sucede aquí no es normal. Jamás me había pasado algo parecido. Lo que más me duele es haber sido el factor que ha propiciado la dimisión de Pastoriza. No deseaba algo así. Incluso le dije que podía dejarme en el banquillo sin problemas si ése era el mandato del presidente. Gil es, al fin y al cabo, el que manda, aunque yo no esté de acuerdo. Al menos, va de frente".

El argentino comparó su experiencia en España con la vivida en Argentina: "Dicen que aquí hay presión, pero yo vengo de un club en el que hay mucha más. Sin embargo, allí no pasan estas cosas. El fútbol argentino tiene sus problemas, pero allá cada uno ocupa el lugar que le corresponde. Creo que en España se mezclan las cosas. No es esta la imagen que yo tenía del Atlético ni del fútbol español. Si sé todo esto antes, seguro que no vengo".

La dimisión de Pastoriza fue un jarro de agua fría: "Me he quedado helado. Pastoriza tal vez no ha conseguido un juego brillante, pero su trabajo ha sido positivo. He visto cosas muy extrañas. El domingo, después de ganar al Rayo, el vestuario estaba triste. En Argentina, cada vez que se gana un partido se celebra por todo lo alto".

Villarreal reconoció que su rendimiento es muy bajo -"contra el Rayo jugué el peor partido de mi carrera"- pero pidió un margen de confianza: "Comprendo que el presidente esté disconforme, pero tiene que entenderme. Sólo llevo tres partidos en un fútbol muy distinto al mío. Nunca dije que era un salvador ni un goleador. Llegué como lo que soy, un centrocampista que sólo puede garantizar dedicación".

Su futuro en España parece claro: "No quiero precipitarme en tomar una decisión, pero hecho de menos mi país. Me siento solo. Estoy con mi novia, pero recibimos poco apoyo".