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Reportaje:

La agonía de las "ondas propaganda"

Radio Liberty y Radio Free Europe se resisten a desaparecer ante el recorte presupuestario

Los analistas internacionales señalan que Bill Clinton acaba de dar la puntilla a las emisoras Radio Liberty y Radio Free Europe, el último bastión de la radio-propaganda del área occidental nacido al comienzo de la guerra fría y llamado posteriormente "el micrófono de Reagan" por el apoyo que recibió de este presidente a mediados de los años ochenta.La reducción de los presupuestos que ha presentado al Congreso el nuevo presidente norteamericano condena de hecho al cierre -que se producirá en 1995- de estas dos emisoras. La medida ha provocado una fuerte polémica. Mientras que en la sociedad norteamericana y en la comunidad internacional se ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de cerrar las estaciones, anacrónicas para unos y aprovechables como nuevo vehículo de cultura para otros, en el cuartel general de las dos emisoras, en Múnich, no acaban de creer que el cierre vaya en serio.

Si finalmente se produce afectará también a los 120 técnicos, la mayoría españoles, que trabajan en la estación repetidora de Radio Liberty en Pals (Gerona), que España mantiene arrendada a Estados Unidos desde hace 30 años.

Una prueba de la resistencia a morir se mostraba en el siguiente anuncio aparecido en el International Herald Tribune la semana pasada, dos días después de que se conociera la decisión de Clinton: "Radio Free Europe-Radio Liberty en Múnich busca editores y periodistas para el departamento de noticias. Los aspirantes deberán tener cinco años de experiencia en edición de noticias, preferentemente en radio, y tienen que saber escribir en inglés, con claridad y concisión. Se valorará la lectura en ruso y/o alemán. Se ofrece a cambio un excelente salario". En Múnich, sede central de las dos emisoras, donde trabajan cerca de un millar de personas, se cree que la medida anunciada por Clinton no llegará a ejecutarse. Sin prestarse a hablar directamente sobre este tema con nombres y apellidos, fuentes de esta emisora han señalado que "aunque haya acabado hace tiempo la guerra fría y la situación internacional haya cambiado sustancialmente, las emisiones tienen un valor cultural, y deben seguir".

Desde la unidad de difusión de Múnich la emisora sufragada por la Administración estadounidense difunde básicamente información -más de 150 horas semanales de noticiarios, mesas redondas, debates, documentales, etcétera- en 24 idiomas, preferentemente hacia los, antiguos países del Este y a la ex Unión Soviética. Utiliza para ello 46 transmisores situados en Alemania, Portugal y España.

La Administración demócrata se propone ahora cerrar estas dos emisoras, recogiendo una corriente de opinión bastante generalizada que sostiene que la subsistencia de esta inicial máquina de persuasión y propaganda anticomunista, puesta en funcionamiento por la CIA en 1951 y 1952, ya no tiene sentido después de la caída del muro de Berlín y desaparecidas las emisoras de radio de propaganda comunista.

En sus 40 años de vida, las dos emisoras, mantuvieron una actividad desigual de propaganda-contrapropaganda. Reagan reactivó la guerra de la información internacional aumentando en 15.000 millones de pesetas su presupuesto.

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