Las sospechas de dopaje rodean la muerte de un futbolista alemán

La muerte súbita del futbolista alemán de origen rumano Michael Klein, del Bayer Uerdingen, se ha visto envuelta por sospechas sobre un posible dopaje. Los compañeros de plantilla de Klein han alentado estos comentarios al reconocer que el fallecido se había mostrado "más nervioso de lo habitual" durante la concentración del equipo en Portugal, que finalizó el domingo, por un posible consumo de estimulantes.Klein, de 33 años, se desvaneció el martes por la tarde en el gimnasio del centro deportivo del Uerdingen mientras se ejercitaba tras hacer una carrera continua durante 30 minutos. "De repente, parecía que bromeaba, pero la triste realidad fue que agonizaba", afirmó el capitán del equipo, Holger Peschke, testigo del suceso. Juergen Dolls, fisioterapeuta del Bayer, practicó los primeros auxilios al centrocampista, que falleció más tarde en el hospital de Krefeld.

"La repentina muerte de Klein sigue siendo un misterio", afirmó Funkel, el entrenador del Bayer. A la espera de la autopsia, los comentarios sobre un posible dopaje son los más extendidos. Antes de viajar a Portugal, Klein había pasado unos días en su país de origen, Rumania, donde, según las sospechas de sus compañeros de plantilla, podría haber consumido estimulantes para lograr la renovación de su contrato, que concluía el próximo 30 de junio. Dietmar Alf, médico del club, descartó cualquier consumo de sustancias prohibidas y recordó que Klein había sido contrario a los medicamentos.

Klein había jugado en el Dinamo de Bucarest antes de nacionalizarse alemán y había sido 81 veces internacional con Rumania. Estaba casado y era padre de una hija de 18 meses.