Las aseguradoras afirman que hay fraude en un 10% de los siniestros declarados

El 10% de los partes de accidentes de tráfico contiene algún tipo de fraude, según un estudio de la patronal aseguradora, Unespa. Las compañías de seguros sostienen que los fraudes se producen tanto en las declaraciones de daños materiales -reparaciones de vehículos- como en las de daños personales -lesiones físicas-. La patronal calcula que estas prácticas suponen unas pérdidas a las empresas superiores a los 50.000 millones de pesetas.

Las irregularidades observadas por la Agrupación Nacional del Seguro del Automóvil de Unespa en las declaraciones de daños materiales afectan tanto a los propios declarantes como a los talleres de reparación. Las trampas más usuales son la simulación de golpes previo acuerdo de las partes, la facturación de piezas de segunda mano como si fueran nuevas, o las falsas denuncias de robo.Las triquiñuelas también se producen en los casos en los que hay daños corporales por medio. Solicitación innecesaria de ambulancias o cojeras simuladas que aumenten los días de baja componen las quejas más habituales de las compañías de seguros. Sus proyecciones aseguran que este conjunto de prácticas, más la deuda arrastrada por los clientes morosos que saltan de compañía a compañía, suponen más de 50.000 millones de pesetas que apuntar al debe de sus cuentas. Unas cuentas que en los últimos años presentan unos resultados negativos en su actividad puramente aseguradora de más de 100.000 millones de pesetas anuales, tan sólo paliados por los beneficios logrados por su actividad financiera paralela.

La explicación de estos malos resultados, al margen de los fraudes, descansa, básicamente, en los elevados costes de gestión interna, el espectacular incremento de las indemnizaciones dictadas por, la judicatura y el recrudecimiento de la competencia que ha obligado a rebajar los márgenes drásticamente hasta el punto de que algunas compañías pierden dinero para aumentar su cuota de mercado.

Este conjunto de circunstancias ha provocado un aumento de los precios del seguro en torno al 20% en los últimos años, con una consecuencia peligrosa: casi un millón de vehículos circula sin seguro en un parque de más 16 millones, según Unespa. Precisamente el proyecto de Ley de Modificación de la Legislación Reguladora de los Seguros Privados pretende paliar parte de la crítica situación del seguro del automóvil de dos maneras.

La primera medida consiste en aumentar hasta 1.500 millones de pesetas el capital mínimo de las aseguradoras que tengan problemas para garantizar su coeficiente de solvencia. De esta forma se pretende asegurar la capacidad de las compañías para garantizar la cobertura de sus compromisos en caso de que haya una acumulación de siniestros especialmente cuantiosos. Además, este incremento persigue provocar fusiones.

La segunda disposición es fijar un baremo mínimo para las indemnizaciones por daños corporales de la siguiente forma:

- Las indemnizaciones básicas por muerte serán de siete millones de pesetas, cantidad que se eleva hasta 10 millones cuando existan hasta tres perjudicados y hasta 12 milllones si hay más de tres perjudicados. El proyecto de ley considera perjudicados al cónyuge de la víctima y a sus descendientes. En caso de que no existieran, los perjudicados, pasan a ser los padres y los ascendientes o hermanos que convivieran con el fallecido en el momento del accidente.

- Las indemnizaciones básicas por incapacidades permanentes serán, según el grado de invalidez, de cuatro millones de pesetas cuando ocasionen incapacidad permanente parcial; de ocho millones de pesetas cuando supongan incapacidad permanente total; de 12 millones cuando se produzca incapacidad permanente absoluta, y de 20 millones si se trata de gran invalidez.

Esta decisión es considerada insuficiente por las compañías aseguradoras que están intentando conseguir que se aplique un baremo en el que no sólo se establezcan indemnizaciones mínimas, sino que también se fijen topes por arriba. "De esta forma", argumentan, "podremos hacer una previsión de gastos en los presupuestos de cada año, sin estar sujetos a sorpresas".