Perico DeIgado se casó casi en secreto

Aunque las grandes hazañas, como la victoria del Tour de Francia de 1988, las ha realizado a la luz del día y ante millones de aficionados y telespectadores, el popular ciclista Perico Delgado prefirió la intimidad para su boda. El frío de la noche segoviana y 20 personas -incluido el párroco oficiante, Desiderio Arranz- fueron testigos el sábado de su matrimonio con Ludivina Bkanco Suárez, una leonesa de 28 años que era su novia desde hace tres.La boda se celebró en la iglesia románica de San Justo, cuya puerta de acceso permaneció cerrada con una cadena y un candado hasta el final. de la ceremonia, que concluyó pasadas las diez de la noche. Actuaron como padrinos el padre del popular ciclista, Julio Delgado, y la madre de la novia, María Teresa Suárez.

Perico, que lucía un frac con corbata de lunares, había llevado en secreto su cambio de estado civil incluso para algunos de sus más íntimos amigos y familiares. Gracias a una dispensa especial del obispo de Segovia, Antonio Palenzuela, las amonestaciones no se hicieron públicas, aunque para garantizar aún más el secreto, la misma tarde del sábado, el novio llamó desde su coche al cura que ofició el matrimonio y para cambiar el lugar de la celebración, prevista inicialmente a una hora distinta en la parroquia de El Salvador. A cambio de la intimidad, los novios tuvieron que enfrentarse al frío, porque la capilla de San Justo, restaurada recientemente, no tiene calefacción.

Fuentes próximas al ciclista han señalado que el cambio de iglesia pudo deberse a un pinchazo telefónico cuando Perico mantenía un a conversación desde su coche con el párroco, ya que el viernes por la tarde comenzaron a llegar periodistas interesándose por la celebración. Según Desiderio Arranz, "hubo un asalto [de informadores] desde Madrid, y se cambió de lugar para evitarlos, porque los novios querían total intimidad y yo la he respetado".Para no ir contra la costumbre, la novia llegó al templo un cuarto de hora más tarde de lo previsto, a las 21.15. Acompañada de sus padres y hermanos, salió de un hotel con un tradicional vestido largo, cuya cola portaron el sobrino de Perico y la hija del preparador físico del ciclista, José Luis Pascua Piqueras, la única persona ajena a la familia de los contrayentes y vinculada con el deporte que ha visto casarse al vencedor del Tour de 1988.

Durante la ceremonia sonaron piezas musicales de guitarra de Albéniz y el Concierto de Aranjuez. Sólo una carcajada del ciclista cuando su esposa le colocó a duras penas en el dedo anular un anillo demasiado pequeño rompió la sencillez de la boda. A salvo de los curiosos, los novios salieron de la iglesia por separado, y mientras Pedro Delgado abandonó el lugar conduciendo él mismo su Mercedes negro, la novia y la madrina utilizaron otro vehículo. Luego, todos los invitados se reunieron para cenar en el domicilio del nuevo matrimonio, en las afueras de Segovia.