37.500 afiliados de la ONCE eligen el viernes a los gestores de un 'imperio' de 370.000 millones

Las urnas decidirán el día 11 quién gestionará los próximos cuatro años un poder económico con unos ingresos directos previstos para 1993 superiores a los 370.000 millones y un grupo de más de 100 empresas. Esa jornada, 37.559 afiliados a la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) están citados para votar a los 15 miembros del Consejo General y los 126 de los 17 consejos territoriales, en las cuartas elecciones en la entidad. Unidad Progresista (UP), el grupo de Miguel Durán, que ahora copa el Consejo General, parte con todas las posibilidades de repetir triunfo. UP quiere diversificar en más manos la gestión de este imperio y reforzar el poder del Consejo General. Durán continuará casi con seguridad como director general, pero dejará la dirección del grupo de empresas de la ONCE.

Miguel Durán, ahora mismo dimitido como director general para presentarse como candidato, no quiere ser muy específico sobre su futuro -"voy a estar donde mi gente me diga a través de los órganos de UP"-, pero reconoce que tras el día 11 dejará alguno de sus puestos: "Lo que no voy a hacer es asumir todas las responsabilidades simultáneamente, porque no hay cuerpo que lo aguante".Los sondeos internos que UP ha realizado le dan 12 o 13 de los 15 puestos del Consejo General, dejando los restantes para la otra candidatura en liza: la oposición coligada en el grupo Alternativa Democrática (AD). Esta última formación reconoce que sería un éxito si lograse cuatro consejeros.

Unidad Progresista pretende reforzar tras los comicios el poder de gestión del Consejo General, que será quien lleve las riendas efectivas de la estrategia económica de la entidad y de sus empresas. Los principales puestos ejecutivos se van a repartir entre varios altos cargos, para evitar la concentración de funciones que ahora recae sobre Durán. Según la intención que se baraja, Durán seguirá en la dirección general, pero dejará a Enrique Servando Sánchez, actual director general adjunto para asuntos económicos, la máxima responsabilidad del grupo de empresas. La dirección de la Fundación ONCE recaerá previsiblemente en las manos de Rafael de Lorenzo García, ahora director del departamento de planes y programas. especiales. De Lorenzo es también diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid.

Presupuestos

Durán, director general desde junio de 1986, no considera que este reforzamiento del Consejo y la división de funciones se hayan decidido por mermar su poder personal: "Si supieran lo que Miguel Durán agradece estar exento de protagonismo... He dado tanto la cara que alguna vez me la han querido partir".Mario Loreto Sanz-Robles, presidente de UP y vicepresidente del Consejo General, opina que "en el momento en el que diversificas estás restando poder, pero ese reparto de funciones es bueno y todo el mundo va a quedar un poco disminuido".La ONCE prevé ingresar el próximo año sólo por la venta del cupón 357.175 millones de pesetas, según sus presupuestos para 1993, a los que deben añadirse 20.315 millones de otros ingresos, principalmente financieros y de gestión de su patrimonio inmobiliario. Aparte está el balance del más de un centenar de empresas que la entidad posee o en las que participa, ya sea a través de las cinco divisiones de su grupo de empresas (una de ellas dedicada a los medios de comunicación), ya por la Fundación ONCE.Ésta última se constituyó para formentar el empleo de invidentes y minusválidos y se financia con el 3% de la recaudación bruta por la venta del cupón, lo que supone más de 10.700 millones previstos para el año entrante.La entidad consolidará en 1993 las, inversiones empresariales realizadas, pero no hará ninguna nueva en ningún sector. "Respecto a los medios de comunicación se han acabado rotundamente las compras", indica Sanz-Robles.

Unidad Progresista se muestra satisfecha del desarrollo de su campaña, que está siguiendo, según sus datos, la gran mayoría de los afiliados de la entidad. El autogobierno o control parlamentario de la ONCE, el futuro de las empresas y la gestión pasada de cada cual centran en los mítines la mayoría de los ataques mutuos entre UP y la oposición.