El Mundial de 'rallies' prepara cambios para reducir costes
La emoción de los últimos meses, la lucha entre Sainz, Kankkunen y Auriol y el desenlace final, con triunfo del piloto español, han situado el Campeonato del Mundo de rallies en un excelente momento de popularidad. Sin embargo, el Mundial afronta un futuro repleto de interrogantes. El principal problema es que en los últimos tiempos se han disparado los costes. Las marcas y la federación internacional (FISA) buscan soluciones. La reunión que celebrarán la próxima semana en París será decisiva para el futuro.
En las últimas temporadas, los presupuestos de los equipos punteros del Mundial han superado los 5.000 millones de pesetas -por ejemplo, sólo el Rally Safari le cuesta a Toyota o Lancia más de 500 millones- Todas las marcas se han puesto de acuerdo para recuperar el equilibrio económico. En la reunión que la Comisión de rallies de la FISA mantendrá el 8 de diciembre se presentarán numerosas propuestas con el único fin de abaratar el campeonato.
Las marcas reclaman la reducción del número de pruebas del Mundial pero los compromisos del presidente de la FISA, Max Mosley, lo impiden. En 1993 sólo desaparecerá del calendario el Rally de Costa de Marfil. Además, como consecuencia de los compromisos que Mosley asumió para poder ser elegido, incluso es posible que en 1994 se incluyan pruebas en Malaisia y Sudáfrica. Se llegaría al número de 15 rallies en el campeonato, cantidad inadmisible para los constructores.
Presión de las marcas
Por eso, ante la presión de las marcas, se especula con la posibilidad de que dentro de dos temporadas puntúen sólo diez pruebas. Cinco serían fijas (Montecarlo, Safari, 1000 Lagos, RAC y Australia) y para las otras cinco se alternarían Suecia, Portugal, Córcega, Acrópolis, Nueva Zelanda, Argentina, San Remo, Malaisia, Sudáfrica y Cataluña. Después del éxito de este año, la prueba española tiene asegurada su continuidad entre la élite.Las medidas que se pondrán en práctica la próxima temporada para reducir los costes están prácticamente decididas: reducción de los rallies a tres días de carrera en lugar de los cuatro actuales -sólo Montecarlo, Safari y RAC tendrán cuatro etapas-, limitación de las asistencias y prohibición de realizarlas entre algunos tramos, obligatoriedad de que los rallies se disputen sobre una única superficie -no habrá rallies mixtos-, utilización del mismo carburante -Repsol- por parte de todos los equipos y prohibición de remplazar los turbos y los diferenciales más de una vez por etapa.
En 1993 serán 13 las pruebas del Mundial. Todas puntuarán para los campeonatos de pilotos y de constructores. Sin embargo, cada equipo sólo podrá participar en diez rallies y deberá comunicarlo antes del 31 de diciembre.
