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Reportaje:

La temeraria juventud de J. F. K.

Una nueva biografía del presidente asesinado derriba el mito del clan Kennedy

El libro se titula, a reckless Youth (John Fitzgerald Kennedy, una juventud temeraria). Su autor es el historiador británico Nigel Hamilton. Es la primera parte de una trilogía que, según su autor, será "la madre de todas las biografías" de John Kennedy. A primera vista, Una juventud temeraria es desacralizadora y derriba el primero de los mitos kennedyanos, el de la dream family, una familia de ensueño, religiosa y feliz, rica y generosa, reformista y solidaria. En la versión de Hamilton, la familia Kennedy es corrupta, discriminatoria y violenta, atormentada y dividida.La obra contiene una gélida denuncia del padre, Joseph, y de la madre, Rose Fitzgerald. El historiador muestra a Joseph como "un tramposo, un adúltero, un antisemita". Atribuye su riqueza a lazos con la Mafia y al tráfico bursátil, y la influencia política, a las deudas con él contraídas por Franklin Roosevelt. Asegura que Joseph se escabulló durante la I Guerra Mundial, traficó con licores durante la prohibición y aceptó que practicaran una lobotomía a una hija deficiente mental.

Si el padre es un desertor, la madre, hoy centenaria, es una prófuga. "Su reacción ante la traición de su marido consiste en dedicarse a la alta sociedad y las joyas y alejarse de los niños". "La dama de hielo de Boston aborrece el sexo, al que se somete tan sólo bajo la violencia de Joseph". Cuando John enferma, Rose realiza 17 viajes al extranjero en cuatro años, pero jamás le visita. Tras conocerla, la futura primera dama Jacqueline dirá de ella que es una nitwit, una retrasada mental.

John Kennedy crece en tierra de nadie. En ausencia de la esposa, el padre lleva prostitutas a casa, y el hijo encuentra fotos pornográficas sobre su cama. La madre no está, y su infancia y adolescencia, repleta de dolencias inexplicables, son un tormento. El futuro presidente desarrolla una relación malsana con las mujeres: "No le gusta que le toquen, se lava hasta cinco veces al día, pero tiene ansia de intimidad y la encuentra en el sexo".

El traslado a Londres como embajador en enero de 1938 sella la mayor vergüenza del tiránico Joseph. Llega a proponer un acuerdo con Hitler. El joven John, dominado por su padre, escribe un artículo -afortunadamente anónimo- en la revista Crimson, de Harvard, dando como inevitable la derrota aliada y proponiendo ceder Europa oriental a Hitler.

Tras la guerra, el especulador que aspiraba a la presidencia decide ver cumplido su sueño en la persona de su hijo y le compra un escaño en la Cámara de Representantes mediante sobornos e intimidaciones. Empieza una irresistible ascensión durante la que John madurará enormemente como líder, pero como hombre seguirá siendo reprobable, un doctor Jekyll y un míster Hyde en la Casa Blanca.

El clan Kennedy ha colaborado poco y mal en el libro de Hamilton. Pero el historiador ha accedido a la correspondencia entre John y su gran amigo Le Moyne Billings y entre el presidente y su gran amor, la periodista danesa Inga Arvad. El maniaco director del FBI Edgar Hoover sospechaba, injustamente, que la joven era una agente nazi.

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