Floro pide precaución ante el Vitesse
Benito Floro maneja estadísticas para exigir precaución, y la audiencia -jugadores, afición e informadores- acaba convencida de que el Vitesse de Arnhem (19.30, La 2, octavos de final de la Copa de la UEFA) es un rival temible. Floro es un tipo listo. Rentabiliza como nadie el trabajar con un equipo necesitado de títulos que restauren su prestigio en Europa. Le basta con recordar que el Madrid sólo ha ganado fuera, desde su último tropiezo con el Milan en 1989, a cuatro equipos sin rango -Spora, Odense, Slovan y Utrecht- para que sus hombres se calcen el casco y borren la sonrisilla de superioridad.
Por lo demás, la alineación de Butragueño, que sufrió dolores musculares, no entraña problema. El Milan y el Torino han sido los únicos contrarios de auténtico relumbrón que el Madrid ha padecido desde su eliminación en la Copa de Europa a manos del primero en 1989. La última victoria lejos del Bernabéu fue contra el Utrecht (1-3), en octubre de 1991. En el camino quedan recuerdos contra el Neuchâtel, el Svarowski, el Olomuc o el Timisoara, por citar algunos. Son detalles que, según Floro, merman la capacidad intimidatoria de su equipo.El técnico tiene una teoría sobre ello -"hay una estructura psicológica, física y hasta hace un tiempo táctica que ha llevado al equipo a contemporizar fuera de casa, a no ser tan agresivo y a participar menos del juego"- y la ejemplifica con números: "Si un lateral se desdobla en casa diez veces y fuera sólo tres, y si un delantero sube en casa a recibir diez veces el balón para ayudar en ataque y fuera sólo sube tres y el resto se queda detrás del defensa, es que algo pasa". La conclusión es una: "Lejos del Bernabéu se intenta menos el juego de ataque". El remedio, otro: "Estoy trabajando para que mis hombres jueguen fuera con las mismas ganas que en casa. Hay que ir a ganar. ¿Y qué significa ir a ganar? Pues imponer el estilo propio y no esperar el fallo del contrario".
Para lograr su propósito, Floro podrá contar, hoy con Butragueño y Rocha, ambos recuperados de sus lesiones; con Chendo y Luis Enrique, probables sustitutos de Sanchis (sancionado) y Martín Vázquez (no está inscrito en la competición); e incluso con los jóvenes del filial Ramis y Esnaider, las notas exóticas de la expedición. Floro, para despistar, dijo que "es posible" que haya alguna novedad y adelantó que "Ramis tiene opciones".
Deshacer entuertos
Las preocupaciones de Floro son muchas. No le inquieta el lastre del empate contra el Cádiz, pero sí otros aspectos del juego. Uno en concreto le obsesiona: la nula rentabilidad que el equipo tiene de las jugadas a balón parado: "El otro día, contra el Cádiz, sólo rematamos uno de los seis o siete córneres que sacamos. Con los saques de banda, igual. No puede ser que dispongamos de cinc o seis en las proximidades del área contraria y casi todos acaben en contraataque del Cádiz. El equipo va a tardar más de lo que yo quisiera en asimilarlos. Hay progresión, pero queda mucho por hacer. El núcleo básico del equipo no son chavales de 17 años fáciles de moldear. No es sencillo cambiar la mentalidad de hombres de 27 años".El resto del tiempo se quemó en entrenar y en deshacer entuertos. Michel y Butragueño negaron estar implicados en una estafa inmobiliaria ocurrida en Almería, información publicada por un diario barcelonés, y Floro rechazó unas supuestas declaraciones suyas a la prensa holandesa en las que comentaba la necesidad de un psicólogo para Johan Cruyff.
Del rival, lo de siempre en estos casos: bloque compacto, dos o tres hombres de buen manejo del balón y motivación.
Vitesse: Van der Gouw; Straal, Bos, Van de Looi, Vermeulen; Laamers, Ven der Brom, Eijer; Cocu, Van Arum y Latuheru. Real Madrid: Jaro; Chendo, Nando, Rocha, Lasa; Michel, Hierro, Prosinecki, Luis Enrique; Zamorano y Butragueño.
Árbitro: Natri (Finlandia).
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