A su aire

Diego Armando Maradona ha demostrado ya suficientemente que va a su aire en. el Sevilla. Su asistencia a los entrenamientos es imprevisible. Bilardo asegura que se conforma con que esté presente en los partidos y afirma: "Es el que más se prepara". La semana pasada, sin embargo, sólo acudió a dos sesiones vespertinas y, tras una ligera lesión muscular, se quejó de su intensidad. Mientras tanto, el Banco de Roma ha comunicado al Nápoles que no puede avalar el pago de 4,5 millones de dólares por parte del club andaluz por su fichaje.

Luis Cuervas, el presidente del Sevilla, ha empezado a estudiar la posibilidad de satisfacer la opinión de Maradona de que es necesario planificar los desplazamientos del Sevilla contratando vuelos especiales o, en su defecto, dar libertad al futbolista para que él se organice los viajes por su cuenta.No hay, sin embargo, voces contrarias a la actitud particular del astro argentino. Algunas, muy tímidas, prefieren matizar su disconformidad argumentando la eficacia que demuestra en cada una de sus actuaciones. En el Sevilla, fundamentalmente en la directiva, el fichaje de Maradona está relacionado directamente con la excelente marcha del equipo en la Liga, ya que es el quinto en la tabla, con 13 puntos. Lo cierto es que Maradona está lejos de rendir físicamente como exige la Primera División, aunque estas carencias son suplidas con acciones técnicas propias de un auténtico fuera de serie. Maradona ha asignado ahora a su viejo amigo Fernando Signorini la labor de recuperarle fisicamente. Bilardo admite que necesita un tratamiento singular y permite a Maradona utilizar en ello el tiempo que sea necesario. Signorini, con quien Maradona trabajó en la selección argentina y el Nápoles, ha declarado que su rehabilitación depende de él.

Sin embargo, este ejercicio de responsabilidad empieza a ponerse en duda. Cada vez son más insistentes los comentarios en el sentido de que Maradona no cuida su forma. Al Pelusa ya se le ha atribuido, en algunos medios de comunicación, fama de trasnochador, lo que se cita como causa básica de sus reticencias a acudir a los entrena mientos matinales. Los allega dos al futbolista lo han negado y la directiva considera que sólo se trata de "bulos aireados por envidiosos".