El Barca rompe la 'línea caliente' del Atlético
Al Atlético le falló la línea caliente que instaló en el Camp Nou para defender con uñas y dientes el gol tempranero de Ferreira, que puso en evidencia las deficiencias del Barcelona en el juego aéreo. Luis Aragonés y sus hombres, más unido que nunca, querían responder a las críticas de su presidente, Jesús Gil, y no lograron su propósito. Perdieron claramente frente al conjunto azulgrana en una competición devaluada, la Supercopa, a la que ya se buscan fechas más atractivas.El Atlético y el Barcelona, que desarrollan un fútbol totalmente diferente porque así lo conciben sus técnicos, siempre suelen ofrecer espectáculo. A pesar de las ausencias -los dos buques insignias de los respectivos equipos, Schuster y Koeman no jugaron-, anoche no fue una excepción, aunque no desarrollaron una película de estreno y taquillera, sino una de serie B bastante entretenida y de acción.
Precisamente, a Javier Clemente, seleccionador nacional, le gustan este tipo de filmes y por eso se dio una vuelta por el Camp Nou. Su objetivo era comprobar el estado anímico y físico de Julio Salinas. Y no por casualidad el larguirucho delantero barcelonista fue ayer titular. El bueno de Julio, que recibió un par de caricias nada más comenzar el encuentro, no ha perdido su olfato de gol, pero debería jugar más partidillos como el de anoche para ser útil a un técnico que busca desesperadamente un delantero con pasaporte español.
Un defensa, Ferreira, marcó para el Atlético, en una jugada ensayada, para las que el Barça jamás ha encontrado el antídoto. Luis Aragonés se frotó las manos porque nadie mejor que su equipo para jugar al contraataque. El manual del sabio de Hortaleza decía que había que replegarse, y así lo hicieron sus hombres, esperando que el rival se encelara. Tuvieron la oportunidad de rematar la faena, pero fallaron y el Barça salió bien librado durante los primeros 45 minutos.
Paradojas del fútbol. Se quedó en el vestuario Laudrup, con un golpe en la clavícula, y la ausencia del hombre que ha movido al Barcelona en esta primera fase de la Liga propició la mejoría azulgrana. Salieron Guardiola -éste en sustitución de Bakero- y Begiristain, y los chicos, de Johan Cruyff comenzaron a mover el balón, a jugar de memoria y a ser letales. La línea caliente del Atlético se rompió en mil pedazos y ya con Futre de paisano, poco más podía - esperarse del conjunto rojiblanco, salvo su tradicional dureza.
López, el melenas que tanto gusta a Clemente, comenzó a escuchar desde las gradas un grito mítico: "Ovejero, Ovejero". Y él hizo honor a ese nombre frenando en seco una incursión de Stoichkov, cuando ya había concluido el encuentro. Ansuátegui Roca consideró que sólo era merecedor de una tarjeta amarilla y de esta forma redondeó un arbitraje deficiente, que mereció las críticas de Cruyff. "Lo que no se podía ver, se podía oir", dijo con ironía el técnico holandés, quien, como siempre, defendió a su compatriota Witschge, casi ausente del encuentro.
En opinión de Luis Aragonés, la Supercopa está poco más que sentenciada. Al menos, eso declaró el veterano técnico. La competición de nuevo cuño, por el contrario, no parece seguir el mismo camino. La estirarán los clubes y la federación hasta que puedan o, mejor dicho, hasta que siga generando millones. Ayer se ingresaron 62. La televisión pagó 50 y la publicidad estática 12.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.