Los alquileres de pisos en Sevilla bajan un 30% después de la Expo
INMACULADA RUIZ Aunque sólo ha transcurrido una semana desde que se clausuró la Expo 92, los precios de los alquileres de viviendas en Sevilla están volviendo ya a la normalidad, lejos de la euforia alcista ocasionada por el certamen. Las tarifas establecidas ahora por los propietarios y las agencias inmobiliarias difieren en más de un 30% a las de los seis meses anteriores. El aumento de la oferta y la espectacular caída de la demanda han comenzado a ajustar el coste de los arriendos.
Un piso en Triana de tres habitaciones, amueblado, costaba hace un mes 120.000 pesetas; hoy se puede alquilar por 80.000 pesetas. Otro en el edificio Presidente ha pasado de golpe y porrazo de 250.000 a 175.000 pesetas. Y un tercero en la zona de la Macarena, por el que el propietario pedía 200.000 pesetas, está ya a una quinta parte (40.000).
Aunque existe un parque de viviendas que no se ha visto afectado por la locura inflacionista de la Expo -algunos de los caseros se lamentan "por haber sido torpes" y no aprovechar la coyuntura-, la mayoría de los particulares y agencias consultadas admiten una rebaja de más del 30% desde que finalizó la muestra.
En los meses que precedieron a la muestra, se dispararon los anuncios en prensa de pisos para compartir y habitaciones de casas particulares en régimen diario. En el primer caso, muchos inquilinos que soportaban rentas de 50.000 y 60.000 pesetas vieron una oportunidad de oro para aliviar sus mensualidades y se dieron situaciones como la de una profesora que exigía 10.000 pesetas de sumplemento por el disfrute del televisor. En el segundo, el abuso fue también frecuente y se llegó a pedir hasta 12.000 pesetas por una noche.
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