El Sporting no puede festejar en Burgos su partido 1.000

El Sporting no pudo celebrar su partido 1.000 en la máxima categoría con un triunfo o, al menos, un empate en Burgos. Con más corazón que juego, los locales lograron los dos puntos. Imprecisiones en el pase, timidez en el disparo a puerta y temor a los balones largos (caracterizaron la primera parte del partido de los burgaleses ante los gijoneses.Los jugadores burgaleses mantuvieron más tiempo el balón en sus botas, pero su juego, excesivamente horizontal, chocó una y otra vez en la defensa sportinguista. Así, no consiguieron abrir pasillos, las bandas estuvieron bien taponadas y las entradas por el centro fueron rápidamente abortadas.

Sin crear peligro, los gijoneses hicieron gala de rapidez y salieron con prontitud cuando controlaron el balón. Tras la expulsión de Cela, en el minuto 41, las posibilidades atacantes del Burgos aumentaron considerablemente, pero seguía sin encontrar puerta.

La segunda parte fue una copia de los últimos momentos de la primera hasta el primer gol burgalés. Jacobs cambió a Juanele por Emilio confiando en la habilidad de éste y la de Manjarin para enmendar la marcha del partido.

En los dos últimos minutos del encuentro se vivieron, sin embargo, los momentos más intensos al empatar de penalti el conjunto visitante. Poco después, el Burgos consiguió de la misma forma el tanto decisivo. A pesar de ello, los gritos de "¡fuera, fuera!" contra el colegiado se escucharon hasta finalizar el encuentro.