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Fischer: “Kaspárov y Kárpov, estafadores”

Leontxo García

El ajedrecista estadounidense Bobby Fischer, que exhibió ayer su carácter indómito escupiendo sobre un documento del departamento del Tesoro de su país que le anuncia una fuerte multa y hasta 10 años de cárcel por violar el embargo a Yugoslavia, reaparece hoy contra Borís Spasski, nacionalizado francés, en el islote montenegrino de Sveti Stefan. El regreso a la competición de este mito, que, a sus 49 años, califica de "estafadores" a los rusos Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov, era el sueño de millones de aficionados.

Fischer, que arrebató el título mundial a Spasski, entonces soviético, en 1972 y renunció a defenderlo tres años después por desavenencias con la Federación Internacional (FIDE), aún se considera el campeón. Ayer acusó a Kaspárov y Kárpov de haber amañado más de 160 encuentros entre sí desde 1984: "Voy a escribir un libro en el que probaré que ambos son tan estafadores como el atleta canadiense Ben Johnson. Cada una de sus partidas fue amañada. Lo mismo ocurrió con las de Kárpov y el supuesto disidente Víctor Korchnoi".

El norteamericano obligó a los organizadores de su enfrentamiento con Spasski a incluir las palabras "campeonato del mundo" en los carteles y exigió que las preguntas de los periodistas fueran entregadas por escrito tres horas antes de su conferencia de prensa. Barbudo, con una incipiente calvicie, Fischer llegó rodeado por una docena de guardaespaldas y acompañado de Yezdímir Vasílievic, el dueño de la empresa Jugoskandic, que ha invertido más de 1.100 millones de pesetas (500 en premios) en esta "revancha del siglo".

Fischer explicó así su oposición al embargo a Yugoslavia: "No puedo respetarlo porque no respeto a la ONU. Por ejemplo, sus resoluciones contra Israel siempre han sido papel mojado". Un reportero israelí se levantó para preguntarle sobre su odio a los judíos, pero fue acallado por el moderador. Fischer también se reafirmó en su aversión contra los comunistas y acusó a una editorial de Moscú de publicar un libro suyo sin pagarle los derechos. Preguntado por el futuro de la escuela soviética de ajedrez tras la desintegración de la URSS, contestó: "Seguirán igual: engañando y amañando".

El mítico estadounidense no aclaro el porqué de que vuelva a competir, pero sí se mostró explícito sobre el porvenir de este deporte: "Con las reglas actuales, morirá, ya que es inevitable que una computadora gane muy pronto al campeón. La solución sería modificar, mediante un programa informático, la situación de las piezas al comienzo. Así, la información acumulada en las máquinas ya no serviría de nada".

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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