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"íQué piernas... y que orejas!"Cientos de curiosos siguieron a los principes de Gales en la Expo para ver a Lady Di de cerca

Lourdes Lucio

Los príncipes de Gales, Carlos y Diana, asistieron ayer al día nacional del Reino Unido en la Exposición Universal de Sevilla, donde presenciaron un variado y amplio programa de espectáculos y visitaron diversos pabellones. Diana, como Carolina de Mónaco el pasado sábado, se convirtió en el centro de todas las miradas de los visitantes, que intentaban de algún modo atraer su atención: "¡Lady Di, mira pacá!, ¡Lady Di, mira pacá!", vociferaba inútilmente un grupo de señoras tratando de que volviera la cabeza para poder captar su imagen en. una foto.

Los príncipes de Gales llegaron a las diez y media de la mañana al recinto de la Expo, donde eran esperados por el ministro de Educación, Javier Solana, y por el comisario general de la muestra, Emilio Cassinello. Minutos antes, dos soldados del regimiento Soria tuvieron que cambiar a toda prisa la bandera del Reino Unido, que estaba colocada al revés, como advirtió con una media sonrisa en su rostro un miembro del séquito británico.Allí donde se desplazaban Carlos y Diana había gente esperando desde una hora antes. En el Camino Real, de paso al monasterio de Santa María de las Cuevas, en el Palenque, en el pabellón británico, en el de la Comunidad Europea, en el de España, Cruz Roja y Navegación, el público formó corrillos para contemplar el paso de la comitiva. Una hora de espera para un minuto de contemplación de los príncipes de Gales, quienes, excepto en los 200 metros que dista el Camino Real del monasterio cartujo, utilizaron minibuses para cubrir el trayecto.

Sin medias

Diana vestía un traje estampado en tonos azules, sin medias, bolso y zapatos de tacón del ' mismo color y utilizó unas gafas oscuras para protegerse del sol sevillano, que ayer se mostró clemente, ya que no se alcanzaron los 30 grados. Pero no fue su vestido lo que más llamó la atención del público, sinú sus piernas: "¡Qué piennas!", decían ellos. "¡Y qué orejas", replicaban ellas al contemplar a Carlos de Inglaterra, que vestía un traje beige claro. "¡Qué guapa!", insistían ellos. "¡Pero qué sosa!", respondían ellas.

Más de 3.000 personas esiraban al heredero británico y su esposa en el Palenque, uno de los espacios escénicos de la Expo, donde los responsables del pabellón del Reino Unido habían preparado actuaciones folclóricas de los cuatro países que formarri, el Reino Unido: gaitas y tambores escoceses, piqueros y mosqueteros ingleses, bailes irlandeses y música tradicional de Gales.

Carlos de Inglaterra recordó, en la ceremonia de apertura del día nacional de su país, que fue Londres la primera ciudad que organizó en 1851 una exposicióri internacional y que el entonces príncipe de Prusia prohibió a su familia la asistencia, temiendodisturbios. El heredero británico añadió que la Exposición Universal de Sevilla tuvo detractores, pero "con un valiente diseño ha ganado muchos amigos".

El príncipe de Gales afirmó que el pabellón de su país busca proyectarse en el futuro, aunque advirtió: "Espero que sea un futuro en el cual los avances tecnológicos estén aliados con el respeto a las tradiciones y los valores fundamentales, sin los cuales nos arriesgamos a perder nuestro sentido de la razón y de la humanidad".

Carlos y Diana se trasladaron posteriormente al pabellón británico, mientras en el exterior cientos de personas aguardaron durante cerca de una hora a que terminaran su visita para poder mirarlos a gusto. En la pasareladel pabellón, los príncipes de Gales presenciaron durante unos 10 minutos el espectáculo aéreo. de los Flechas Rojas y el paso de una original cabalgata que estaba encabezada por gaiteros escoceses.

Al igual que los Grandes Duques de Luxemburgo durante su visita al pabellón de España -paso obligado de todas las delegaciones extranjeras-, los príncipes de Gales pidieron expresamente ver la película del cine Movimax, el espectáculo más divertido del edificio español, en el que las sillas de la sala se mueven sincronizadas con las imágenes de la pantalla.

Tras el espectáculo, los príncipes, junto con sus anfitriores españoles, almorzaron en el Pabellón Real.

"Un trabajo formidable"

"Es un trabajo formidable", dicen que dijo Carlos de Inglaterra tras recibir las explicaciones del comisario general de la Exposición Universal, Emilio Cassinello, sobre la forestación de la isla de La Cartuja. Conocida la preocupación del príncipe de Gales por los temas medioambientales, Cassinello le expuso pormeriorizadamente la labor realizada en las 215 hectáreas de la isla de La Cartuja, un recinto que hace cuatro años era seco, y donde ahora crecen más de 350.000 árboles.El ministro de Educación, Javier Solana, tampoco desaprovechó la ocasión para tocar uno de los temas preferidos del heredero del trono británico y destacó en su discurso que había que educar y convencer a los jóvenes "en el respeto al medio ambiente".

Solana, como el resto de sus compañeros de Gabinete cuando acompañan a los dignatarios extranjeros en sus días nacionales, subrayó el esfuerzo realizado por España para organizar la Exposición Universal de Sevilla: "Es la plasmación del esfuerzo colectivo de un país, que busca el progreso solidario de sus pueblos", aseguró.

Por la tarde, los príncipes de Gales visitaron por separado los pabellones de CruzRoja y de la Navegación. Diana acudió al primero y Carlos al segundo. El príncipe se desplazó a pie hasta el puerto de Indias y subió a bordo de la réplica de la nao Víctoria, famosa por ser la primera que dio la vuelta al mundo y por su espectacular vuelco en los astilleros de Isla Cristina (Huelva). Tal vez por eso, el recorrido del príncipe despertó mayor expectación entre los fotógrafos que el de su esposa.

En la noche de ayer, los príncipes de Gales tenían previsto asistir a una recepcion en el pabellón británico y a la actuación de Andrew Lloyd Webber, en el auditorio de La Cartuja.

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