El Barcelona deja pasar el primer tren de Wembley
José Mari Bakero, uno de los buques insignia del Barcelona de Johan Cruyff, dio en el clavo o la llaga. Bakero aseguraba en la víspera que este Barca no tiene término medio. Ayer quedó demostrado. Tuvo en sus manos la posibilidad de conseguir ser finalista de la Copa de Europa con dos semanas de antelación y la perdió de forma estúpida. Ahora sigue dependiendo de sus fuerzas, pero casi ha convertido un Miércoles Santo en un Viernes de Dolor. El día 15 el Camp Nou vivirá otro parto con fórceps. Al Barcelona puede bastarle empatar con el Benfica, pero las matemáticas le obligan a ganar.El segundo periodo se inició con otro pelaje. Novacek dio el primer aviso con un disparo que rechazó el poste. Era el prólogo del gol del Sparta, que también llegó en colaboración con la madera de la meta de Zubizarreta tras una falta lanzada por Vrabec. El melenudo Siegl acertó en el remate y levantó las gradas.
El Barcelona se quedó helado, totalmente abotargado y sin, capacidad de reacción. Quedaba prácticamente media hora para luchar por el billete de Wernbley y Cruyff vio en Nadal dotes de taquillero. El centrocampista mallorquín se situó como delantero centro y Bakero adelantó su posición, mientras que Goikoetxea ocupó la posición de lateral derecho. Todo fue inútil.
El Benfica batió por 5-0 (Brito, m. 25 y 63; Isaías, m. 71, y Yuran, m. 81 y 87) al Dinamo.
El Sampdoria, adelante
En el otro, el A, el Estrella Roja de Belgrado, el vigente campeón, perdió en Sofía por 13 (Mihajlovic, m. 19 - Katanec, m. 34; Vasilievic, en propia puerta, m. 41, y Mancini, m. 76) con el Sampdoria del técnico ex madridista Vujadin Boskov, que de esta forma puede considerarse virtual finalista de la competición, y el Panathinaikos de Atenas empató, 0-0, con el Anderlecht.
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