El Español da la cara ante el Valencia
Hundido en la clasificación e inmerso en una serie de conflictos desde que se inició la temporada, el Español, posiblemente, sorprendió anoche a media España, gracias a las cámaras de televisión. Empató frente al Valenecia y sumó un nuevo negativo, pero ofreció una imagen solvente, de casta, de fuerza, de ilusión y de deseos enormes de salir del pozo. Teóricamente, la pérdida de un punto significa a efectos contables un paso atrás hacia su salvación. Sus seguidores, por el contrario, lo dieron por bueno quizá porque enfrente estaba uno de los grandes de la Liga y en Sarrià disputan otro campeonato.Javier Clemente, técnico blanquiazul, en su fuero interno también se dió por satisfecho con el empate, aunque en su mente quedarán siempre plasmadas las dos oportunidades de gol que desperdició Urbano en la primera fase del encuentro. Una la desbarató Sempere y la otra, la madera, algo que tocó anoche el Valencia con insistencia y que le permitió salir airoso del compromiso, aplicando la ley del mínimo esfuerzo.
"Utilizaré todos los trucos que permita el reglamento para salvar al Español", dijo Clemente en su regreso polémico al club blanquiazul. Y ayer utilizó uno que no es nuevo: regar el campo para que el balón fuera rápido y los jugadores del Valencia, muchos más técnicos que los suyos se encontraran incómodos. No hubo más artimañas por parte del técnico españolista.
Lo que se vió sobre el terreno de juego fue el fruto del trabajo apresurado en los entrenamientos y de su capacidad para conducir a un colectivo discrreto, que necesitaba un líder carismático en estos momentos.
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