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La oposición achaca al "ritmo suicida" de la Expo el incendio del pabellón

Lourdes Lucio

La oposición parlamentaria achacó ayer al " ritmo suicida" de las obras del recinto de La Cartuja el incendio que destruyó, gran parte, del pabellón de los Descubrimientos de la Expo 92. Durante se comparecencia ante una comisión del Congreso, el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, minimizó el valor de los contenidos expositivos destruidos por el fuego e insistió en diversas ocasiones en que el incendio fue "un lamentable accidente" cuyas causas aún se desconocen.

Los portavoces del Partido Popular, Andrés Ollero; de Izquierda Unida, Jerónimo Andreu, y del Partido Andalucista, Salvador Pérez Bueno, coincidieron en resaltar los riesgos de accidentes en La Cartuja debido a las prisas por terminar las obras para el 20 de abril. "Se trabaja a demasiado ritmo, contrarreloj y de manera suicida", afirmó Ollero, para quien "no hacía falta terrorista alguno para que sucediera lo qué sucedió".De esta idea participan los propios directivos de la Expo, ya que es ahora, cuando faltan menos de dos meses para la

Apertura, cuando se están si multaneando los trabajos de terminación de los pabellones con el montaje de los contenidos. La imagen del obrero con un soplete en la mano y material de embalaje al lado es habitual en la mayoría de las obras de la Expo.

Zapatero reconoció que hubo tardanza en avisar a los. bomberos de Sevilla. Concretamente 18 minutos, si bien el retén que se encuentra en la isla de La Cartuja acudió al pabellón siniestrado en 60 segundos.

El ministro afirmó que el in mueble estaba dotado de todos los sistemas de seguridad nece sarios para un edificio en obra, aunque no de los que se exigen para Su apertura al público. Y añadió que desde que se avisó al centro de control de la Expo, todos los mecanismos funcionaron perfectamente.

No le compete

El Gobierno eludió cualquier responsabilidad civil por el accidente: "A la Administración no le compete la responsabilidad contractual ni de indemnización. Defenderemos los intereses de la hacienda pública", aseguró Zapatero.En este sentido, el contrato firmado con la empresa francesa 2D3D, que agrupa a diversas sociedades dedicadas al montaje de contenidos expositivos, es bastante claro, ya que en el mismo se precisa que los riesgos de la obra los asume el contratista. Esta empresa tenía suscrita dos pólizas, de 1.300 millones y de 250 millones, con la Unión y el Fénix.Zapatero se negó a evaluar los daños causados por, el incendio debido a los intereses "a veces contrapuestos" de las compañías aseguradoras y los proveedor es, al tiempo que minimizó el valor de las obras de arqueología industrial que han sido destruidas. Según los datos aportados por Zapatero, la réplica del avión del Barón Rojo está valorada en 20 millones de pesetas; la reproducción del primer avión que voló en España, en 15 millones; la caldera de lúpulo, la pieza de más alto valor de seguro, con 50 millones; un automóvil de competición construido por el ingeniero Ricart, en ocho millones, y una motocicleta fabricada en 1914, en 650.000 pesetas.

Lo que no aclararon ni Zapatero ni el presidente de la Sociedad Estatal, Jacinto Pellón, fueron las causas del accidente. Éste, basándose en declaraciones de testigos presenciales, indicó que el fuego pudo iniciarse en una zona del edificio distinta a donde por primera vez fue visto por los cuatro trabajadores que en aquel momento se hallaban en el área afectada. Pellón, que en una comparecencia anterior admitió que las causas del accidente seguramente nunca se sabrán, reconoció que el ritmo de obras en el ,recinto es 'Trenético" y aseguró que si la Expo hubiera estado lista tres meses antes de la fecha de. inauguración, los gastos financieros se hubieran disparado a los 7.000 millones.

.Pese a que tres de las cinco zonas expositivas del pabellón han sufrido graves daños por el fuego, Zapatero indicó que el elemento estrella del edificio, el teatro Omnimax, podrá ser visitado por el público, así como otra zona destinada a exhibiciones.

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