Sainz critica a la organización del Rally de Montecarlo por no darle el número 1
Carlos Sainz y Luis Moya, la pareja española del Toyota Team Europe y grandes favoritos en el Mundial de rallies que se inició ayer con el Montecarlo, criticaron a los organizadores de la prueba monegasca al no haberles concedido, sin explicación alguna, el número 1, que les corresponde como últimos vencedores de la prueba. Sainz partió con el 2, mientras que el finlandés Juba Kankkunen (Lancia), actual campeón, salió de la estación de esquí italiana de Sestriéres con el número 1. "Se trata, simplemente, de una maniobra de imagen", indicó el español.
Sainz mostró ayer a este periódico su disgusto por el detalle del Automobile Club de Mónaco, organizador de la mítica prueba automovilística. "No tiene demasiada importancia", comentó el campeón en el momento de tomar la salida, "pero existe una ley escrita en los rallies que otorga el dorsal número uno al último ganador del rally y ése soy yo, no Kankkunen".Ni Sainz ni Moya quisieron extenderse en su crítica, aunque personas de su entorno indicaron que la culpa de todo la tiene la organización por haber accedido a presiones de la fábrica Lancia para otorgar a Kankkunen el dorsal que oficialmente correspondía al español. Sainz está convencido, aunque no lo diga, que se trata de una maniobra publicitaria de Lancia, que pese a no correr ya de forma oficial ha querido unir en este inicio de temporada los títulos de marcas, de pilotos y el nol de Montecarlo en un solo coche, el del finlandés Juha Kankkunen.
Preguntado sobre si cree que el hecho de que Lancia deje de competir de forma oficial puede hacer disminuir su eficacia, Sainz señaló: "Ni mucho menos. Todo sigue igual. Se trata de una maniobra política. Todas las marcas están ya en manos de equipos privados, pues eso les permite mayor agilidad y capacidad de acción. Las decisiones se toman antes y mejor, sin pasar por la burocracia de las grandes empresas. Tendrán mayor libertad de acción y esa celeridad es primordial en este Mundial".
El Montecarlo empezó ayer como ya es tradicional en cinco ciudades europeas: Barcelona, Reims (Francia), Lausana (Suiza), Sestriéres (Francia) y Bad-Hombourg (Alemania). Se da la circunstancia de que los participantes que tomaron la salida desde Barcelona se enfrentarán posiblemente a mayores dificultades que en el propio Montecarlo, ya que deben de realizar todo el recorrido por carreteras nacionales, sin pasar por las autopistas, y parte de los accesos, que conducen a Francia estaban ayer cerrados o con la necesidad,de utilizar cadenas.
"Me parece muy hermoso, romántico y tradicional que Montecarlo continúe manteniendo los recorridos de concentración y que la prueba se inicie en varios países", indicó un molesto Luis Moya, "pero lo que ya no me parece bien ni siquiera justo es que nosotros tengamos que recorrer 1.100 kms por carreteras nacionales, pasando incluso por puertos, accediendo a lugares como Cadaqués, sin poder pisar la autopista, mientras otros, como por ejemplo el equipo Lancia que parte de Sestriéres, hacen 900 de los 1. 100 kms por autopista".
Recorridos alternativos
Los organizadores se plantearon a última hora de ayer facilitar recorridos alternativos a los equipos que partían de Barcelona, a pesar del pésimo estado de las comunicaciones tras el temporal de nieve que se ha abatido sobre Cataluña y la zona mediterránea francesa, pero finalmente les obligaron a cumplir con el libro de ruta, lo que impedirá a la pareja española descansar ni una sola hora, cosa que no sucede con otros participantes, que al poder acceder a Montecarlo a través de las autopistas europeas, podrán detenerse antes de cada control de paso a echar una cabezadita. El Mundial de 1992, pues, no empieza de forma muy positiva para Carlos Sainz.
