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Karl: "No soy el adecuado para el Madrid"

El estadounidense George Karl, de 40 años de edad, confesó ayer que un profundo sentimiento de frustración es la causa principal de su dimisión como entrenador del Real Madrid de baloncesto. Tal sensación de impotencia se plasma en tres aspectos -su trabajo, su equipo y su familia-, lo que le incapacita, dijo, para devolver al Madrid su espíritu de campeón. "Me hubiese gustado que en España se me hubiese respetado más. No ha sido así. Es difícil luchar y ser destruido cada día. En ocasiones se me ha herido", comentó Karl, quien confirmó que su futuro profesional se perfila como ayudante de Don Nelson en el Golden State Warriors de la NBA.

Karl tomó la decisión de dimitir un día muy concreto: el pasado 12 de enero, cuando, en un momento determinado de la derrota del Madrid ante el Fórum, su equipo llegó a ir perdiendo por 24 puntos.Su exposición de los hechos fue, sin embargo, más amplia: "Hace tres o cuatro semanas sentí una gran frustración, concretada en tres aspectos. El primero, el equipo. Hay momentos en que el entrenador se convierte en un estorbo. La lucha con la prensa, su filosofía... se habían convertido en un problema, no en una solución. El segundo, mis hombres. Cualquier club ha de tener un espíritu de lucha en los momentos importantes. Yo no he sido capaz de dotar a mis hombres de ese espíritu y ante rivales como el CAI o el Fórum mi frustración era inmensa. El tercero, mi familia. En ocasiones he transmitido mi frustración a mi familia. Mi experiencia en España se estaba convirtiendo en algo negativo".

El técnico negó haber llegado a un acuerdo previo con algún club estadounidense: "Tengo buenas oportunidades de trabajo en Estados Unidos, pero me llegaron después de haber tomado una decisión. Hasta que no sea totalmente libre, no firmaré nada". La dimisión, dijo, "ha sido una decisión libre, sin presiones de la minijunta [Jaquotot, Revilla y Vicens], de la que sólo he recibido apoyo y respaldo". Karl, antes de atender las cuestiones de los informadores, cerró su exposición a modo de despedida: "Mi decisión hará más feliz a mi familia. No a mí, ni a la minijunta ni al equipo, pero es algo que debo hacer. A mis pocos amigos, gracias por el apoyo que me han prestado".

Karl profundizó en la que ha sido su gran frustración: "No he visto espíritu de lucha ante rivales importantes. Contra el CAI o contra el Taugrés ganamos, pero no jugamos como debíamos. El equipo recoge mi información, asimila mis sistemas, pero llega un momento en que el baloncesto es intensidad, espíritu. En esto hemos fallado". Hubo, dijo, otros contratiempos menores: "Una fue el no disponer de un lugar para entrenar".

Sin críticas

El entrenador estadounidense consideró que no era el momento de criticar a sus jugadores, aunque matizó: "No estoy desilusionado con ellos. Tampoco ha habido problemas serios, porque han entendido mi filosofía. No puedo decir lo mismo de la prensa. Se me ha juzgado día a día, cuando yo trabajo para una temporada. En el futuro se verá un equipo fuerte, pero ahora el Madrid no es un gran equipo, no es un equipo dominador".Por otro lado, reconoció que la posibilidad de trabajar en la NBA ha influido en su postura, pero no de forma primordial: "La razón de mi dimisión es que no soy la persona adecuada para este equipo. Mi sensación de incapacidad es más importante que cualquier otra cosa". Karl reconoció que tiene muchas posibilidades de ser el sustituto de Garry St. Jean como ayudante de Don Nelson en el banquillo del Golden State Warriors.

El entrenador recordó. con pesar la reunión que mantuvo el domingo por la noche con sus jugadores: "Fue muy dura. Creo que no entendieron mi decisión. Ni yo mismo la entiendo totalmente. Sin embargo, quiero irme en un momento positivo como este". Karl vio en Biriukov el líder de futuro del Madrid. "Pero un líder ha de hacerse a sí mismo", matizó.

Mientras tanto, Clifford Luyk, el nuevo entrenador del equipo madridista, debutará hoy en su cargo frente al equipo esloveno Olimpia de Liubliana en la ciudad italiana de Trieste, en partido clasificatorio para las semifinales de la Copa Korac. Luyk fue ayudante de George Karl en la primera etapa de éste como entrenador del Real Madrid.

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