La cala de Radiotelevisión Española se encuentra en estado de suspensión de pagos técnica

"Si esta semana el Consejo de Ministros no avala el crédito de 20.000 millones, nos vemos abocados al borde del precipicio económico". Esta advertencia dramática procede de un alto ejecutivo de Radiotelevisión Española (RTVE) y fue pronunciada poco antes de que se diera a conocer la referencia de los temas tratados en el Consejo del pasado viernes. En la reseña pública ni se hacía mención de RTVE. Una gota fría merodea sobre la atmósfera de Prado del Rey. Para los meteorólogos sería una situación de alarma roja 1. Para los contables se trata de estado de suspensión de pagos técnica.

El Banco Exterior estaba dispuesto a traspasar el dinero nada más firmar el acuerdo en julio, pero la rúbrica del Ministerio de Economía y la bendición del Consejo de Ministros no llega. Fuentes cercanas a la dirección del Ente señalan con perplejidad que ni llegan los avales ni se asume el coste político de echar a las 4.000 personas que sobran. Estas mismas fuentes apuntan al Ministerio de Economía como responsable del freno a cualquier tipo de ayudas que se solicitan.El ministro Solchaga y su equipo estarían dispuestos incluso a la privatización de algunas de las cadenas de radio y televisión estatales. Sin embargo, el aparato del PSOE, el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgillo Zapatero, y el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, discrepan de esta polítie a y sostienen la conveniencia le mantener emisoras de radio y televisión públicas como referencia imparcial en un inercado que lucha a toda costa por la supervivencia.

Plantillas

Los actuales gestores de RTVE creen que para sanear sus sociedades habría que prescindir de 4.000 personas de las 14.200 que integran sus, plantillas. En el aspecto laboral lo único que se está abordando es la negociación de jubilaciones anticipadas a menos de 2.000. Sólo esta fase ha estado a punto de cerrar un día TVE en el pasado mes de agosto, y, aunque las relaciones entre la dirección y los sindicatos se mantienen en un marco de cortesía institucional, los directivos de la empresa estatal advierten que TVE puede convertirse en el instrumento bandera que los sindicatos van a enarbolar en un otoño que se avecina caliente.Entre tanto se ponen parches a muchas de las alegrías acometidas por gestores anteriores. Solana firmó un compromiso de adquisición de lotes de cine mexicano que hay que emitir ahora, aunque sea en horas de ciegos.

La creación de Tele Expo y la entidad que se ocupará de la cobertura de los Juegos Olímpicos se consideran sendos disparates. En el primer caso se da la paradoja de que los socios de la empresa, Canal Sur y TVE, se ven obligados a comprar las producciones que factura su propia sociedad. Bien es cierto que el absurdo sólo cuesta a veces una peseta, como el recital de Rocío Jurado del pasado viernes en la inauguración del auditorio de la Expo en Sevilla. A TVE le ha costado una peseta la emisión del recital, pero tuvo que correr con toda la producción.

En el cajón de los "disparates" hay más criaturas que sobran. Por ejemplo Radio 5, cuya escasa rentabilidad comercial no compensa el coste político que se cobra la competencia. (Sus ingresos publicitarios, de unos 2.500 millones, nosignifican nada para los 33.000 que cuesta RNE). Esta cadena, como la extinta Radio 4, debería haberse cerrado o reconvertido cuando se produjo la absorción de Radio Cadena, de la misma manera que se disolvió la cadena de prensa del Movimiento, según directivos de RTVE. Su director general, Jordi García Candau, tenía en su agenda de este verano el cierre de Radio 5 y Radio 4, pero sólo se ha atrevido con una.

Centros territoriales

Con los centros territoriales recién inaugurados de Santiago de Compostela, Castilla y Asturias, ocurre otro tanto. Las cadenas autonómicas (y las privadas al romper el monopolio del mercado publicitario) han echado por tierra el papel de unos centros regionales faraónicos. En la actualidad, la dirección de TVE se ve obligada a que estos centros emitan una hora de programación convencional y media hora de informativos diarios, porque lo establece el Estatuto. "Si no fuera por este imperativo, se habrían convertido en meras delegaciones informativas", asegura un directivo de RTVE.Sobre los informativos precisamente pesa la sugerencia de imponer más restricciones en los gastos. En algunas áreas ya han comenzado a aplicarse; en otras está al caer, como la probable supresión de las corresponsalías en Lisboa, Rabat, El Calro y Roma, donde sólo quedaría una de sus dos delegaciones.

Con una televisión que aguanta la primera posición en audiencias y unas deudas que se aproximan a los 60.000 millones de pesetas, el Ente Público calienta motores para aplicar por fin a partir del 1 de octubre un plan de viabilidad encaminado a incrementar los ingresos, reducir más los gastos y controlar la gestión. En RTVE se espera que la máscara de oxígeno con los 20.000 millones llegue antes de esa fecha.