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Los partidarios de disolver el PCE piden a Anguita que abandone "posiciones cerradas"

Anabel Díez

Los representantes de las distintas concepciones sobre el futuro del PCE defenderán mañana por primera vez en la reunión de su comisión política, órgano de dirección del partido, las posiciones que hasta ahora no habían tenido una plasmación oficial. Estas posturas suponen por una parte la disolución del partido y por otra la defensa de su mantenimiento. Los partidarios de la primera constituyen un 40% según sus propios cálculos, mientras que los de la otra opción alcanzan el 60 % restante. Los críticos pedirán al secretario general, Julio Anguita, que "abandone posiciones cerradas".

Estos críticos no darán validez al documento aprobado por el comité central como base de las discusiones del próximo congreso de diciembre a la vista de los acontecimientos internacionales.Por su parte, el coordinador del secretariado, Francisco Frutos, calificó de "oportunismo" a quienes desdse su partido aprovechan los acontecimientos de la Unión Soviética para pedir la disolución de la organización española. "¿Pero no hemos sido siempre independientes de la URSS"?, se pregunta irónico.

Posiciones liquidacionistas

Los dirigentes que encarnan las posiciones liquidacionistas de Partido Comunista Español (PCE), entre otros Juan Berga, Francisco Palero y Juan José Azcona, tendrán oportunidad de expresarlas formalmente en la reunión que celebrará mañana la comisión, política, que no hará sino reproducir el debate celebrado por el comité central a últimos del mes de julio.

La novedad estará en que en esos momentos no habían sucedido los acontecimientos de la Unión Soviética y que tampoco dirigentes corno Nicolás Sartorius o Antonio Gutiérrez se habían pronunciado a favor de la disolución del PCE.

Los argumentos de Berga, Palero, Azcona, así como de Sartorius para pedir que el congreso del PCE del próximo mes de diciembre sea el último se basan en lo que ellos creen que es una realidad: la inexistencia de hecho del partido, ya que la mayor parte de la organización está volcada en el trabajo de Izquierda Unida. Éstos aseguran que los partidos que integran IU "carecen de función", por lo que sólo queda la disolución formal de éstos y su integración en Izquierda Unida.

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En la reunión de la comisión política, estos dirigentes expondrán su tesis de que del próximo congreso tiene que salir una recomendación para que Izquierda Unida convierta su III Asamblea, prevista para 1992, en un acto constituyente como nuevo partido político.

Asimismo, quitarán validez al documento aprobado a últimos del mes de julio por el comité central del PCE que junto a enmiendas de Berga y Palero han pasado a la discusión de todos los militantes a estimar que los acontecimientos internacionales y la voz de nuevos dirigentes pidiendo la disolución del partido tiene que ser tenida en cuenta. Desde ese lado se recomendará a Anguita que abandone su posición "cerrada- y busque la síntesis entre las dos posiciones.

Los defensores del mantenimiento del PCE muestran cierta seguridad al señalar que el proceso precongresual, que se prolongará durante cuatro meses, demostrará que la mayoría de los militantes están a favor de mantener el PCE.

No obstante, uno de estos dirigentes dio por sentado que si el debate no se hace con normalidad sino que Julio Anguita lo plantea como "él o el caos", entonces, el porcentaje de adeptos en favor de mantener el partido será abrumador.

El coordinador dei secretariado del PCE, Francisco Frutos, se hace varias preguntas, entre ellas por qué hay que disolver el PCE y por qué tiene que ser éste su último congreso. "Para mí, el mejor entierro es el que no existe por lo que, si con el tiempo todo el mundo concluye en que ya no tiene sentido su existencia en favor de una organización más rica, plural y moderna, como debe ser Izquierda Unida, entonces se producirá de forma natural". Frutos afirma que no defiende un PCE "paralelo a IU", sino la adecuación del partido "al impulso organizativo de Izquierda Unida".

El portavoz del PCE, Carlos Carnero, afirma que ahora el debate debe corresponder 11 a los militantes" y recuerda que la "caída del PCUS no es la del PCE, donde siempre se ha apostado por el socialismo democrático".

En este sentido, Francisco Herrera, portavoz de IU en el ayuntamiento de Madrid y miembro del comité central, hace la siguiente reflexión: "Sería un sarcasmo que tomáramos alguna decisión en función de lo que pase en el PCUS, que tanto nos ha combatido y de quien tan alejados hemos estado".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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