Faldo, Woosnam, Olazábal y Ballesteros encabezan las apuestas en Southport
Nick Faldo (Inglaterra), el defensor del título, encara hoy la 120ª edición de¡ Open Británico de golf como el gran favorito. Su cotización en las apuestas es de 6,5 a 1. lan Woosnam (Gales), número uno mundial y ganador del último Masters, está 8 a 1. Severiano Ballesteros es, con 11 a 1, el tercero, y José María Olazábal con 14 a 1, es cuarto. El viento, que sopla con fuerza en el club Royal Birkdale de Southport, puede ser un elemento clave.
MARTÍN NARRILLOS ENVIADO ESPECIAL, El campo impresiona incluso a los jugadores más expertos. Greg Norman (Australia) lo califica como "fabuloso", como "el mejor" a orillas del mar. Sus hoyos 13 y 18 han sido reconvertidos de pares 5 en pares 4 para endurecerlo, con lo que el par total es de 70 en vez de 72, y Norman lo celebra porque la selección ha de ser mayor. Su respeto por el escenario es tal que afirma que en algunos, como el 6, la consecución del par equivale a la de un birdie (-1). "SI no amaina, el viento causará estragos", concluyeLos comentarios de Norman, el sexto de los candidatos (20 a 1), son extensivos a los restantes golfistas de la élite. Faldo, en quien más se vuelcan los apostantes (6,5 a l), los corrobora al sentenciar que habrá que jugar en esta ocasión "con dureza". Woosnam, que le sigue de cerca (8 a l), introduce, eso sí, el matiz de que, si el aire se apaciguase algo, se podría hacer una andadura "razonablemente cómoda", porque los greens están "blandos". Claro que al número uno mundial le suele gustar la ventolera. Así que no recurriría a ella como excusa. Tampoco lo haría Faldo respecto a la presión por defender su título de Saint Andrews el año pasado: "Casi me he olvidado de ese detalle. Me sentía mucho más preocupado en 1988, cuando intentaba revalidar mi primer éxito en el Open, el de 1987.
Confianza y recelo
Más curtido que él se encuentra Ballesteros, el tercero en los pronósticos (11 a 1). Pese a que siempre hay "cosas" que pulir, como los putts, que le relegaron el sábado pasado a la octava posición en el Open de Escocia, el cántabro se muestra tranquilo, porque ha recobrado "la confianza". Insiste en ello siempre que se aborda la superación de sus 14 meses de crisis. Su eliminación, en junio, en el de Estados Unidos, la considera un simple accidente. Prefiere acordarse de sus dos victorias consecutivas en el campeonato de la PGA británica y el Masters británico, las que le han colocado como líder en ganancias (40,8 millones de pesetas).
Bastante más inquieto que él está Olazábal. El vasco, define su juego como "desigual". "La pelota se me desvía hacia la derecha tanto con el driver como con los hierros", explica; "estoy tratando en estos días de rectificar mis golpes, pero el viento no me permite asegurar con qué resultado Cuando es tan intenso, nunca puedes saber del todo si los aciertos o los desaciertos dependen más de ti que de él, o a la inversa". En definitiva, recela de sus posibilidades, lo que no debe entenderse como una renuncia expresa al triunfo. De momento, los apostantes le emparejan en la cuarta plaza (14 a 1) con Stewart, que ha optado por relajarse yéndose a jugar de modo informal con unos amigos.
Mientras el hombre anuncio del fútbol americano se divertía, cientos de jugadores sufrían en las eliminatorias previas .para hacerse un hueco entre los 156 participantes, pues sólo 90 estaban exentos de cumplir alguna de las condiciones exigidas, como Ballesteros, Olazábal, José Rivero y Miguel Ángel Martín o Paul Azinger (EE UU), ausente por una lesión.
Entre los aspirantes de última hora había ocho españoles. Ignacio Gervás, Manuel Moreno y Juan Quirós no salieron airosos. José María Cañizares Manuel Piñero, Miguel Ángei Jiménez, Santiago Luna y Yago Beamonte, sí.
Lo felizmente curioso para Beamonte fue que protagonizó el desempate más largo de la historia de las fases previas del Open. Hubo de afrontar 16 hoyos para acabar con su rival.
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