Soler quiere que el Barcelona le garantice el cobro en el Atlético

Miquel Soler, comodín del Barcelona en las funciones defensivas o medulares, cerrará hoy su cesión al Atlético de Madrid si llega a un acuerdo con los dos clubes que le aseguren la percepción del dinero fijado contractualmente en la operación. Tanto Jesús Gil, el presidente del rojiblanco, como Josep Lluís Núñez, el del azulgrana, pactaron desligar por completo el caso de Soler del de Juan Carlos, el ex defensa del Atlético que ayer fue presentado como nuevo jugador del Barça por espacio de tres temporadas.

"He dado instrucciones a nuestro gerente [Antón Parera]", manifestó Núñez, "para que trate de forma independiente ambos asuntos. El hecho de que Gil interpusiera una demanda no quiere decir que nosotros seamos rencorosos con él".

Las dificultades para la cesión -con posibilidades de convertirse en un traspaso definitivo- de Soler al Atlético estriban en que desea que el Barcelona le garantice el cobro de su ficha anual en el supuesto de que la entidad madrileña no cumpla el compromiso. Además, hay otros puntos económicos compensatorios, como su nueva residencia y los billetes de avión para desplazarse periódicamente a la ciudad catalana.

Núñez se niega a aceptar las pretensiones de Soler. El dirigente fue claro y tajante: "Si Soler quiere irse, no vamos a ponerle ningún problema. Queremos lo mejor para él, aunque esto suponga reforzar a uno de nuestros rivales directos. Pero no podemos consentir que seamos nosotros quienes le garanticemos el cobro de su ficha, los sueldos y las primas. Soler ha de entenderse con Gil. Seguro que ganará mucho dinero con las primas que da el presidente del Atlético. Al menos, dado lo que leo en los diarios".

Una recuperación psíquica

Según Núñez, "a Soler no le interesa quedar desligado del Barcelona". "Si la operación se hace, siempre tendremos una opción para recuperarle. De suceder todo lo contrario, sería feliz", añadió.El presidente barcelonista explicó que la cesión de Soler se debería, en definitiva, "a un proceso de recuperación psíquica del jugador, que ha pasado una crisis por los motivos que sean". "Debemos ser generosos con él", agregó; "por eso, cuando nos pidió el cambio, dimos nuestro consentimiento. Personalmente, no me gusta que los jugadores de calidad contrastada se vayan de mi club".

Mientras tanto, Juan Carlos no quiso ser muy explícito sobre su contencioso con el Atlético: "Ya no me sorprende nada. Estoy convencido de que todo lo que he hecho está bien. Me siento al margen de cualquier caso suscitado. Finalicé mi contrato con el club rojiblanco y he firmado otro por el azulgrana por tres temporadas. Mi ciclo madrileño está cubierto como, en su día, se cubrió el vallisoletano. A pesar de todo, guardo un grato recuerdo del Atlético".