Mendoza perdona a Gil en la querella que le presentó por calumnias
Ramón Mendoza, presidente del Madrid, decidió ayer perdonar a Jesús Gil en la querella que puso contra él por haberle acusado de inductor del asalto de una finca del presidente del Atlético en Valdeolivas (Ávila) en el otoño de 1987. Gil fue condenado por el Tribunal Supremo con seis meses y un día de prisión menor, una multa de 100.000 pesetas y una indemnización de un millón a Mendoza por el delito de calumnia. La sentencia condenó además a Gil a la pena accesoria de suspensión de todo cargo público, por lo que, en caso de cumplirla, no hubiera podido acceder a la alcaldía de Marbella.Gil se mostró satisfecho, según informa José Miguélez: "Comenté que el que me la hace la paga, pero no soy rencoroso. Lo que tengo muy claro es que no me interesan más polémicas futbolísticas hasta que los clubes no se conviertan en sociedades anónimas. Mientras tanto no me molestaré más".
Sobre el futuro del club, Gil declaró que hoy intentará dialogar con Nicolás Casaus, vicepresidente del Barcelona, para tratar la contratación del jugador Miguel Soler.
El presidente del Atlético, que se encontraba eufórico tras su contundente victoria electoral -"voy a entrar en el libro Guinness ", dijo- se limitó a hablar de las altas: "Ficharemos tres jugadores".
Sobre las declaraciones efectuadas por el portugués Paolo Futre el pasado domingo, en las que afirmaba tener varias ofertas del fútbol italiano que está estudiando, Gil señaló: "Cuando alguien venga con el dinero me las creeré. Lo que está claro es que Futre ya no es el buque insignia de mis proyectos y que no hay nadie imprescindible".
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