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El Barça reafirma su liderato en Burgos

Ramon Besa

El Barcelona le guiñó ayer un ojo a la Liga. Los azulgrana refrendaron_ un liderato exhibido durante medio año y cuestionado las dos últimas semanas con un triunfo en un campo solvente. El Plantío ha sido siempre un feudo fatalista en el discurrir barcelonísta (ahí falló Cruyff su primer penalti, se gestó el despido de Marcial y la escapada de Rexach con Bárbara Rey), y el Burgos, un contrario inaccesible este año para los que gobiernan el campeonato o se le suponen cartas para ello (le empató los dos partidos al Atlético, le ganó los dos al Madrid y sacó uno de los dos puntos que se han esfumado del Camp Nou).El escenario y el rival parecían una plaza única para medir la magnitud de la crisis azulgrana. El Atlético incluso creyó adivinar que su rival era víctíma de una depresión. La réplica del Barcelona no admitió puntualizaciones en el marcador y sí muchas inatizaciones en el juego. La presión vuelve a estar hoy en manos del grupo de Gil.

El Burgos salió al campo rezando un padrenuestro y el Barcelona se encontró en el cielo Novoa trató de sorprender al equipo de Charly en una jaula (el campo es uno de los más peque ños de Primera División) con una defensa adelantada. La zona burgalesa fue destrozada con el mismo rigor que en su día cayó el Valladolid de Maturana.

El Barcelona volvió a sus orígenes después de haber fracasado en su intento de retocar el método frente al Atlético. Rexach hizo'lo mismo, que Cruyff cuando la Liga arnariecía y el cuadro azulgrana ya oteaba a sus perseguidores. Colocó a Koeman de 4 y lo arropó con dos marcadores (Narldo y Serna) mientras incrustaba a un marcador (Ferrer) en la primera línea de medios para maniatar al conductor del juego contrario (Ayukar). Laudrup, Begiristam y Bakero, mieritras, quedaban como segunda línea de choque, intercambiando constantemente sus posiciones, para crear huecos a beneficio de Stoichkov. El búlgaro, situado como única punta adelantada, crucificó a la retaguardia burgalesa con sus arrancadas a lo ancho del campo y bajo la protección del árbitro.

Stoichkov está hecho para jugar al galope y al filo de la línea de fuera de juego, y no para hacerle compañía al juez de línea. La velocidad del ariete rompió el partido: marcó el primer gol, fue objeto del penalti que significó el segundo y proporcionó el tercero. La solídaridad del grupo azulgrana y la trascendencia del partido quedaron plasmadas en estos tres lances: siempre remató el mejor colocado, y el penaltí fue ejecutado por el infalible Koeman y no quedó en manos de un aspirante al Pichichi como Stoichkov, demasiado temperamental en acciones que requieren la mente despejada.

El azar acabó por ayudar al despegue forastero. El Barcelona marcó a los cuatro minutos y respondió al empate con un segundo gol fulgurante. El tercero sirvió para cambiar el discurso del encuentro. El Burgos se partió la cara en ataque y el Barcelona trabajó a destajo en defensa (Soler acabó sustituyendo a Stoichkov, y Recarte, a Laudrup). Los castellanos llegaron a tener hasta cuatro remates francos y contabilizaron 10 cómeres, por ninguno de los catalanes, pero el gol se les negó. El balón fue tacaño con el Burgos y generoso con el Barcelona.

El público acabó abroncando al líder por su descaro en defender un resultado cómodo (1-3), pero el Barcelona no estaba dispuesto a correr ningún riesgo en el último partido de Rexach como máximo responsable. El Barcelona ftie en esta segunda parte el reflejo del miedo de Núñez, de la tensión del vestuario por las interferencias externas y por la agonía de la afición azulgrana.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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