Núñez preguntó a los médicos si Johan podrá seguir entrenando
Josep Lluís Núñez, presidente del Fútbol Club Barcelona, llegó a la clínica Sant Jordi acompañado de su inseparable vicepresidente Joan Gaspart. Núñez, nervioso y afectado por este nuevo contratiempo, realizó unas declaraciones institucionales en las que intentó transmitir tranquilidad y calma: "Afrontaremos este problema como tantos otros. Cuando más contentos deberíamos estar, nos encontramos a las puertas de una clínica y llenos de tristeza. Hay que aceptar los he chos, seguir adelante y esperar que Johan se recupere lo más posible. Hoy en día se pueden realizar, felizmente, intervenciones quirúrgicas que resuelven problemas como el de nuestro estimado entrenador".
El presidente barcelonista no explicó a los períodístas que su gran obsesión nada más entrar en el centro médico Sant Jordi era saber si Cruyff podría entrenar. Los médicos no supieron darle una respuesta concreta y él, pensando en una solución de urgencia, todavía preguntó más: "¿Podrá sentarse en el palco presídencial?". Gaspart, habitualmente más visceral, ni siquiera se atrevió a preguntar.
Un rosario de desgracias
Y es que por la mente de Núñez pasó el rosario de desventuras ocurridas desde que accedió a la presidencia del club, en mayo de 1978: El accidente de la mujer de Hansi Krankl (1978-1979), el secuestro de Quini (1 de marzo de 1981), la lesión de Bernd Schuster (diciembre de 1981) tras una entrada de Andoni Golkoetxea, la hepatitis de Diego Armando Maradona (diciembre de 1982) y la posterior lesión en el maleolo del astro argentino (temporada 1983-1984). La lista se completa con la hepatitis de Lineker (1988-1989), el accidente de Carrasco (1986-1987), la lesión de Rojo (1985-1986) y la rotura del tendón de Aquiles de Ronald Koeman en octubre de 1990. Koeman ya se ha restablecido de su lesión y desde el lunes se entrena con el resto de compañeros.
El remate final a tanta desventura lo protagonizó Hristo Stoichkov, quien por pisotear al colegiado Urízar Azpitarte fue sacado de la circulación por el Comité de Competición durante casi tres meses. Precisamente Stoichkov reaparece esta noche, después de haber purgado sus culpas.
Rinus Michel, compatriota, amigo de Johan Cruyff y ex entrenador azulgrana, también conoce los gafes del Barça. Pero el veterano técnico holandés estaba más preocupado ayer por la salud de Johan, máxime después de haber sufrido en sus propias carnes un infarto. En declaraciones a Radio 4, Michels dio una serie de consejos a Cruyff y al Barcelona: "Ni el club ni él deben perder la calma. Ya se sabe los que son los infartos. Los hay inocentes, ligeros y peligrosos. Espero que le sirva de aviso a Cruyff, que debe tomarse las cosas con más calma, a pesar de estar en un puesto de alta tensión. Pero, especialmente, debe dejar de fumar".
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