Anguita asegura que con la guerra ha muerto la alianza con el PSOE en los municipios

Julio Anguita da por muerta "la alianza clásica" entre socialistas y comunistas para cerrar el paso a los partidos de derecha en Ayuntamientos y Parlamentos autonómicos tras el alineamiento del PSOE con los países participantes en la guerra contra Irak. El coordinador general de Izquierda Unida anunció ayer, en una interrupción de la reunión del Consejo federal de este movimiento, que defenderá el criterio estratégico de impedir tan sólo la elección de alcaldes o presidentes autonómicos del Partido Popular. Una propuesta que deja abierta la puerta a los representantes del CDS y que excluye como opción prioritaria el facilitar la elección de los socialistas.Anguita advirtió que "tirios y troyanos [en alusión a los socialistas y otros rivales políticos] deben borrar de sus cabezas toda especulación sobre pactos" en Ayuntamientos y Parlamentos autonómicos. "Todo se cuestiona con la guerra [en el Golfo Pérsico]", subrayó. "La guerra ha creado una sistemática, por llamarlo así, y se participa o no se participa de ella. En España ha servido para poner a cada uno en su sitio. Y desde esa perspectiva vamos a enfocar las elecciones de mayo, que no pueden ser planteadas como si fueran unas elecciones administrativas".

El coordinador general de Izquierda Unida se muestra tan lejos de propiciar un pacto postelectoral con el PSOE que ironiza con expresiones como la de que '1979 cae ya en la prehistoria".

El consejo federal de IU debatió ayer diversas propuestas para incluir en el programa electoral municipal y autonómico, entre las que destaca la promesa de facilitar la celebración de referendos en Ayuntamientos y regiones. Además de insistir en la supresión de los Gobiernos civiles, IU propugna la ampliación de los periodos de sesiones de los parlamentos a todo el año natural y permitir la disolución anticipada de la Cámara legislativa en todas las comunidades.

El programa-marco debatido ayer expresa el propósito de Izquierda Unida de reformar los Estatutos de Autonomía aprobados por la vía de artículo 143 de la Constitución para equiparar sus competencias a las del autogobierno de las comunidades consideradas históricas. Asimismo, propugna la ampliación de las competencias de los Estatutos amparados en el artículo 151 de la Constitución.

Los dirigentes de Izquierda Unida consideran que "el horizonte del concierto económico [fórmula ahora restringida a Euskadi y Navarra] parece ser la única vía para generalizar una financiación coherente con un modelo federal".