La policia impedirá introducir y consumir alcohol en la plaza Mayor

Año 1980. Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, prohibe el uso de máscaras en el primer carnaval de la democracia. José María Álvarez del Manzano, concejal de UCD en la oposición, pide medidas para evitar la politización y los hechos delictivos.Año 1991. Nada ha cambiado. Ángel Matanzo, concejal del PP, anuncia su temor de que las fiestas sean politizadas y se produzcan hechos delictivos. Es destituido temporalmente y se marcha a Málaga a jugar al mus. El Ayuntamiento proclama la ley seca en la plaza Mayor y prohibe la introducción y consumo de alcohol en el recinto, a la vez que prepara un efectivo de 700 agentes para organizar la cabalgata. Policías apostados en los accesos a la plaza requisarán las litronas ilegales y vigilarán los bares para que no vendan alcohol para consumo en la calle. "Se trata de hacer cumplir la ordenanza que existe en este sentido", explicó Fernando Bocanegra, concejal de Seguridad.

Bocanegra pidió ayer al grupo municipal de IU que interceda ante los grupos pacifistas para que se apunten a la cabalgata y canalicen de forma oficial su esperada protesta. El concejal de la coalición Franco González le contestó que sólo podría hablar con el movimiento por la paz de IU.

Este clima de tensión por lo que pudiera pasar envolvió la que presentación del Carnaval 91, el de la duda. Por ello quizá, el alcalde pidió "que estas fiestas no se alteren. La armonía es la mejor manera de demostrar nuestra solidaridad". La musa Miriam Díaz Aroca prometió aportar toda su "energía positiva", y Doña Rogelia, de Mari Carmen, anunció un pregón "mu bonico, mu aparente y mu apañao".

Los organizadores no dudan de que éste será el carnaval de los líderes de la guerra, Bush y Husein, al igual que en años pasados primaron los disfraces de Juan Guerra (1990), los Albertos (1989), Sabrina (1988), el Papa (1983) o Tejero (1981).