Confusión y malestar en Inglaterra
M. N. / V. J. Los árbitros españoles están satisfechos de la mayor dureza exigida por la FIFA contra el juego violento porque favorece el espectáculo, aunque estiman que es una de las causas del aumento de las tarjetas. La expulsión por derribo de un contrario cuando encara el marco rival con ventaja es la gran novedad desde el Mundial de Italia 90. "Esta consigna ha sido beneficiosa. Por eso nadie ha protestado", estima el colegiado José Enrique Rubio Valdivieso, que suma 18 tarjetas amarillas en ocho encuentros.
Sin embargo, la cuestión no ha sido acogida de igual manera en toda Europa, según Reuter. La Liga inglesa, por ejemplo, vive un debate por el malestar de los jugadores y los clubes por "la mala interpretación" de las nuevas normas por los árbitros. El problema ha llegado hasta la FIFA, que ha decidido tomar cartas en el asunto. Las expulsiones en Inglaterra son 125 por ahora, 28 más que doce meses atrás. En Italia se llevan 52 tarjetas rojas, nueve más que entonces. En Alemania han pasado de 17 a 24.
Los futbolistas ingleses piensan que el rigor es excesivo. "Hay muchas injusticias. No podemos seguir así. Es una locura", afirma Howard Wilkinson, el entrenador del Leeds. Guido Tognoni, de la FIFA, reconoce que es necesario unificar criterios, lo que se hará en la reunión que este mes celebrará su comité arbitral. Sin embargo, descarta un retorno al pasado: "Se ha de proteger al atacante. No cambiaremos. Eso sí, habrá que dar más información a los árbitros". Pese a ello, Wilkinson insiste: "Nuestra federación tiene que decir a la FIFA que esto no funciona. Es una mala ley". Tognoni discrepa: "La confusión está en los jugadores y los técnicos. La interpretación dada por la FIFA es clara. Algunos colegiados, como humanos, ven las normas de forma diferente. Pero, en definitiva, el jugador sabe que no será expulsado si no comete una infracción".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.