Una mujer, condenada a pagar un millón de multa por insultar a una vecina

Un millón de pesetas es la multa que el Tribunal Constitucional impuso a la vecina de Vicálvaro Eulogia Viedma "por manifestar a María Concepción G. P. L. que el padre del hijo de ésta no era Manuel J. G., esposo de María Concepción, sino Ildefonso García, de 49 años, montador de muebles, y a la sazón marido de Viedma". Eulogia asegura que no dispone de dinero para pagar la multa, aunque hay varias amigas que se han ofrecido a ayudarla. Eulogia afirma que nunca le dijo que el hijo era de su marido. "Fue ella la que me comentó que la gente decía que su hijo es de mi marido. Yo sólo le contesté: 'Tú sabrás".

La abogada de la multada añade que, en cualquier caso, la pena además de injusta es desproporcionada si se compara con las indemnizaciones que reciben los afectados por accidentes laborales en obras (entre 800.000 y 1,5 millones de pesetas, según su abogada).La escena de la discordia discordia ocurrió en la calle de Lumbreras de Vicálvaro. Eulogia se cruzó con María y ésta le dijo: "¿Por qué no me hablas?". A partir de ahí vino la prueba de paternidad, y las dos versiones: la de María, que la denunció por daños morales, y la de Eulogia. "Yo he ido con la verdad, y con eso basta; y con Dios, que me da fuerza", asegura. Ildefonso trató en una ocasión de arreglar la situación con Manuel, el padre cuestionado, "pero no se arregló nada porque mi marido es muy corto", dice Eulogía.

Eulogia cuenta que nunca sospechó nada. "Mi niño de nueve años se dio cuenta antes que yo, y el que se enteró fue mi hijo mayor, de 19 años, en el bar de María". Eulogía y su marido llegaron hace 27 años a Vicálvaro desde Sabiote, un pueblo jienense de linos 5.000 habitantes. Durante muchos años visitaron el bar de María y de su marido. "Yo no me di cuenta de nada hasta después de que la gente me dijera que cada vez que yo iba con mi marido ella nos servía muy bien y no nos cobraba. A mí me han gustado las bromas y las risas pero nunca los tocamientos con los hombres, y yo creía que todo el mundo era como yo".

Un hombre prudente

Ildefonso García, montador de muebles y presidente de su comunidad de vecinos, es, según su mujer, un hombre muy prudente. "No es de esos hombres chulos que andan por ahí; le ha pasado, como a cualquier hombre puede pasarle. Las mujeres somos muy malas, y cuando querernos algo lo logramos". María G. P. L. es, según Eulogía, 10 años más joven que su marido. "Cuando tuvo su hijo, que ahora tiene cinco años, mi marido subió a verla a su casa solo".El perdón está más que justificado para ella: "Nos queremos mucho. La prueba es que cuando empezó toda esta historia me llevó a un psicólogo. Él está sufriendo lo suyo con todo esto, lo que pasa es que se calla y no dice nada".

Con la misma convicción asegura que su marido ha estado llevando a María en el coche durante cinco años. "Lo he visto yo y todas las vecinas. Mi marido me dijo que si hubiera entrado él a declarar seguramente no me hubieran multado con un millón".

El juicio ha dejado secuelas. "Desde que me pasó a mí esto estoy yendo a los médicos. Mi madre, que cosía y ya no ve, con 61 años, se ha tenido que poner otra vez a trabajar para ayudarme. Dos o tres amigas también me han ofrecido dínero para que no me embarguen este piso, que es lo único que tengo". María Concepción se ha mudado de casa.